Aunque a veces queremos
volar como los pájaros, todos necesitamos algo que nos mantenga los pies sobre
la tierra. Y no quiero con esta reflexión cortarle las alas a nadie, pero
recordemos que aún las águilas necesitan una rama o peña de poder descansar su vuelo.
No es posible estar siempre en el aire.
No se trata de
quedarnos a ras del suelo, pero sí de tener en cuenta la necesidad de
descansar, de reflexionar y planificar el siguiente paso. Muchos nos empujan al
mayor rendimiento, a alcanzar los objetivos incluso sin que importe si los
medios son realmente lícitos. A veces parecería que tendríamos que convertirnos
en nuestros propios opresores, deshumanizándonos y condenándonos a buscar el
éxito laboral o profesional a costa de la misma realización personal.
Podemos volar alto y
lejos, pero requerimos de esa “rama” que a diario nos brinde el necesario
reposo. El descanso no sólo repara las fuerzas sino que nos permite contemplar
lo logrado y diseñar el futuro. También esa quietud permite disfrutar de la
presencia y el afecto de los seres queridos, que son finalmente la razón del
diario sacrificio.
Y qué mejor si esa “rama”
es nuestro Dios. Él sabrá devolvernos las fuerzas y además nos dará la luz para
saber por dónde ir y la humildad para corregir el rumbo, si fuese necesario.
Jamás nos impedirá volar, todo lo contrario, pero espera también que
comprendamos el verdadero sentido de la vida.
Hasta el Cielo.
P. César Piechestein
elcuradetodos…ustedes
Me agradaría tanto que muchos que todos en realidad leyeran sus publicaciones pues son muy alentadoras !! Yo por eso las comparto ... saludos
ResponderEliminarMuy acertada su comparación. Siempre lo vemos desde el sentido de buena alto y alcanza tus metas. Pero bien por esa rama. Que nos reconforta "Jesús ".
ResponderEliminarMuy acertada su comparación. Siempre lo vemos desde el sentido de buena alto y alcanza tus metas. Pero bien por esa rama. Que nos reconforta "Jesús ".
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