Dicen que un hombre
prevenido vale por dos, pero me da la impresión de que la mayor parte de la
humanidad (me incluyo) carece de esa cualidad. Y es que se nos ha insistido
tanto en que hay que vivir el presente, que nos olvidamos de tener previstas
las posibilidades que nos puede imponer el futuro.
Es así que tantas veces
nos tenemos que enfrentar a imprevistos, a crisis y problemas que se podrían
haber evitado con solo un poco de preparación, sólo por sea caso. Si sólo
hubiésemos invertido un poco de tiempo en esos previstos, de seguro las
pérdidas se podían reducir e incluso hasta eliminar. Pero nos cuesta mucho
mirar al futuro con previsión.
Lo que más me toca no
son las pérdidas materiales, económicas o de otra índole, que al final son
cosas que se pueden recuperar. Lo que más me preocupa es todo lo humano que
podemos perder y que casi siempre es irrecuperable. Hace poco vivimos un
terremoto y se perdieron muchas vidas, pero eso es algo bastante difícil de
prevenir. Dicen que el 70% de los matrimonios se destruyen y ahí hay algo que
se podía evitar con un poco de prevención.
Fundar una familia
requiere de profunda preparación, la misma que no se puede limitar a un
cursillo pre-matrimonial. Comienza en el hogar, donde vemos el ejemplo de
nuestros padres y continúa con todas las parejas que vamos conociendo. Claro,
eso sirve para quienes suelen escarmentar en cabeza ajena. Pero no se agota
ahí, es necesaria una preparación a conciencia, teórica y práctica, que brinde
a la pareja las herramientas que les permitirán prevenir unas crisis y superar
las otras.
He visto como nuestra
Iglesia avanza a grandes pasos en ese campo y tengo la esperanza de que los
frutos (que ya se ven) sean muy abundantes. No esperar a que lleguen los
problemas para reaccionar es de gente sabia y en el caso del matrimonio, es de
gente que ama la familia y a Dios.
Hasta el Cielo.
P. César Piechestein
elcuradetodos…ustedes
Así es viví una situación similar. Y lastimosamente quedan heridas que sólo el tiempo y el amor de Dios puede continuar sanando.
ResponderEliminarAsí es viví una situación similar. Y lastimosamente quedan heridas que sólo el tiempo y el amor de Dios puede continuar sanando.
ResponderEliminar