"Que no haya nada en tí que no sea lo que de tí se espera" (San Juan María Vianney)

viernes, 13 de junio de 2014

De la tierra al Cielo LXXXV - Cansado pero no me canso

Cuando estamos cansados siempre parece que nunca lo estuvimos tanto o que no hay otro que se canse tanto, sin embargo basta mirar o recordar para darnos cuenta que no es así. En todo caso, el cansancio siempre será parte de nuestra vida. Lo que cuenta es cansarse sin cansarse.

Yo tengo que confesar que me que ando muy cansado, sobre todo en los últimos días. El trabajo parece que se me multiplica y además se diversifica, lo que exige energía y también concentración. Pero aunque me siente muy cansado, no me canso de hacer lo que hago. Es decir que uno puede estar muy cansado físicamente, pero enamorado de lo que hace, por lo tanto no se cansa de hacerlo.

Lo triste es estar cansado de hacer aquello que te toca, es decir, estar aburrido, no encontrar el sentido o el objetivo de tu vida y por lo tanto, de lo que haces. Cuando sucede eso, aunque lo que haces sea fácil y agradable, termina agotándote el doble.Es decir que estás cansado y cansado.

Hoy quisiera que reflexiones un poco y te decidas terminar con el círculo vicioso, y que más bien te canses de estar cansado y cansado. Basta de tener una vida gris, cuando Dios nos ha diseñado para ser felices. Empieza por descubrir lo bello de servir, que es lo que cuenta al final. Hagas lo que hagas, lo que hayas escogido o que las circunstancias te pusieron a hacer (aunque no te guste mucho), lo que cuenta es que descubras la alegría en el servir, porque de eso se trata el amor.

Así, aunque te canses hasta el agotamiento, no te cansarás nunca de hacerlo todos los días. Todo lo contrario, será un placer estar cansado.

Hasta el Cielo.

P. César Piechestein
elcuradetodos