"Que no haya nada en tí que no sea lo que de tí se espera" (San Juan María Vianney)

viernes, 5 de mayo de 2017

DESESPERACIÓN DEL SIGLO XXI



Los cambios antropológicos se suceden de manera violenta en nuestros días. Cada vez somos más frágiles: mentes débiles, almas pequeñas, voluntades caprichosas. Parece como si cada generación fuera más delicada que la anterior. De seguro la reciedumbre se nos ha olvidado y con ella todas las demás virtudes que engrandecen al hombre.


Por supuesto que todo eso debe tener una raíz y yo (que de científico tengo poco) me atrevo a asegurar que la fuente del problema está en casa, en la manera en que somos criados y educados. Porque todavía uno puede encontrar chicos que son esforzados, valientes, resistentes inclusive, y cuando uno investiga un poco descubre que han crecido en hogares con la disciplina y el orden de antaño.

Entonces mi mensaje para todos los padres de familia y educadores que empiezan a desesperarse frente a una generación que parece imposible de formar es que no tengan miedo. Que no les tiemble la voz cuando deban decir que NO y permitan que los chicos aprendan a lidiar con la frustración que esa negación les produzca. No tengan miedo de corregir y aconsejar o incluso de hacerlos llorar (no se van a deshidratar).

Nadie se hace recio cuando todo le viene fácil y a pedir de boca, además ustedes saben que la vida real no es así. Si quieren hijos fuertes vuelvan a la pedagogía antigua, porque la moderna sólo produce depresivos, suicidas y autodestructivos. Dejen ustedes la desesperación y cojan el toro por los cuernos, que la pedagogía de antaño demostró ser eficaz durante siglos.

En una mano el amor y en la otra el rigor.

Hasta el Cielo.

P. César Piechestein
elcuradetodos... ustedes