Los cambios
antropológicos se suceden de manera violenta en nuestros días. Cada vez somos
más frágiles: mentes débiles, almas pequeñas, voluntades caprichosas. Parece
como si cada generación fuera más delicada que la anterior. De seguro la
reciedumbre se nos ha olvidado y con ella todas las demás virtudes que
engrandecen al hombre.
Por supuesto que todo
eso debe tener una raíz y yo (que de científico tengo poco) me atrevo a
asegurar que la fuente del problema está en casa, en la manera en que somos
criados y educados. Porque todavía uno puede encontrar chicos que son
esforzados, valientes, resistentes inclusive, y cuando uno investiga un poco
descubre que han crecido en hogares con la disciplina y el orden de antaño.
Entonces mi mensaje
para todos los padres de familia y educadores que empiezan a desesperarse
frente a una generación que parece imposible de formar es que no tengan miedo.
Que no les tiemble la voz cuando deban decir que NO y permitan que los chicos
aprendan a lidiar con la frustración que esa negación les produzca. No tengan
miedo de corregir y aconsejar o incluso de hacerlos llorar (no se van a
deshidratar).
Nadie se hace recio
cuando todo le viene fácil y a pedir de boca, además ustedes saben que la vida
real no es así. Si quieren hijos fuertes vuelvan a la pedagogía antigua, porque
la moderna sólo produce depresivos, suicidas y autodestructivos. Dejen ustedes
la desesperación y cojan el toro por los cuernos, que la pedagogía de antaño
demostró ser eficaz durante siglos.
En una mano el amor y
en la otra el rigor.
Hasta el Cielo.
P. César Piechestein
elcuradetodos... ustedes
El rigor guiado o gobernado por el amor nos permite obtener un perfecto equilibrio, ese equilibrio que se intuye al leer reflexivamente la manera de actuar de Dios en el Paraíso del Edén, ese Dios creador que inicia su trabajo dándole forma a lo informe, dándole orden a la confusión, dándole luz a las tinieblas y separando las cosas sin dejar de reconocerles su naturaleza de bondad en todo lo que existe.
ResponderEliminarNo se desanime Padre, Usted eligió para si la mejor parte y no se olvide que nuestro Dios mientras creaba y contemplaba su creación le llamó "bueno" a la luz y a las tinieblas, le llamó "bueno" a todas las cosas maravillosas que había hecho a partir de una masa confusa e informe