"Que no haya nada en tí que no sea lo que de tí se espera" (San Juan María Vianney)

jueves, 2 de octubre de 2014

De la tierra al Cielo - Poner toda la carne en la parrilla


En tiempos de calentamiento global y de extinción de especies, el llamado a cuidar de los recursos no renovables es urgente. Se trata no solo de reciclar o de no arrojar basura por doquier, sino y sobre todo, de aprovechar de manera eficiente los recursos, evitando así usar más de lo necesario.

Pero esa misma sociedad de consumo y despilfarro, que hoy nos pide usar y consumir con mesura, es la que nos ha enseñado a buscar siempre el camino más fácil, la comodidad y el menor esfuerzo. Da pena corroborar todos los recursos humanos que a diario quedan estériles, por la indiferencia o la desidia.

No es de cristianos la mediocridad. Cristo nos ha llamado a ser perfectos como nuestro Padre, afirmó que Él vino para que nosotros podamos hacer cosas más grandes que las que Él mismo hizo. Pero nada de eso se hará posible si no hay un esfuerzo de nuestra parte, sino ponemos toda la carne en la parrilla.

La clave no está en cosas como al amor propio, autoestima, motivación o altruismo. Se trata de amar y dejarse guiar por el amor, puesto que sólo quien ama es capaz de entregarse totalmente, sin medias tintas.

Ojalá aprendamos de los santos, ellos sí que lucharon para no quedarse a mitad de camino. Pensemos en el pobre San Lorenzo, que murió asado, literalmente. Lo pusieron en una parrilla y en plena tortura pidió que lo dieran vuelta, para quedar dorado de ambos lados. Seamos valientes y generosos, démoslo todo a quien lo dio todo por nosotros.


Hasta el Cielo.

P. César Piechestein
elcuradetodos...ustedes