"Que no haya nada en tí que no sea lo que de tí se espera" (San Juan María Vianney)

lunes, 27 de diciembre de 2010

Sin Pelos en la Lengua - Los hijos del Divorcio (parte II)


El día de ayer, cuando la Iglesia celebraba la fiesta de la Sagrada Familia, el Papa Benedicto XVI recordando la misión de la familia y  las necesidades de los hijos, afirmó: “De esto tienen necesidad los niños: del amor del padre y de la madre. Es esto lo que les da seguridad y en el crecimiento les permite descubrir el sentido de la vida”

Retomando el tema del dolor de los hijos de padres divorciados y después de recibir varios comentarios de ustedes, creo que es conveniente profundizar en el tema. Hoy quisiera dar algunas recomendaciones que estoy convencido (siempre desde la experiencia) serán de ayuda para quienes viven ésta situación.

Quisiera insistir en la idea de que siempre se puede suplir, pero no es posible sustituir. Frente al divorcio, la ausencia en el hogar de uno de los dos progenitores es insustituible. Sería absurdo de mi parte recomendar maneras de sustituir la presencia del padre o de la madre porque es imposible llenar el vacío de una persona tan esencial. Sin embargo y cuando la separación de los padres es un hecho, podemos poner en acción ciertos medios que nos ayudarán a suplir en parte las carencias que se suscitarán.

Estoy convencido que la madurez de los padres separados hace una gran diferencia. Si ambos son capaces de mantener una relación de amistad o por lo menos el respeto que se le debe a un compañero, se podrán lograr acuerdos para los tiempos que cada uno podrá compartir con los hijos. Hablo de madurez porque de eso se trata. Si se mantienen en la trinchera del resentimiento y de la pelea continua, aún sin vivir bajo el mismo techo, el daño que hacen a los hijos será todavía más profundo. Una relación respetuosa les permitirá seguir tomando decisiones sobre la educación y crianza de los hijos, sobre el tiempo compartido y tantos otros temas que atañen a ambos progenitores.

Un riesgo patente y del que se ha hablado mucho, es el de la manipulación. Y en el caso del divorcio el problema es recíproco. Por un lado los padres que a través de regalos tratan de conquistar el cariño del hijo, pensando en que suplir las carencias afectivas complaciendo caprichos. Con comentarios negativos acerca del otro progenitor, pensando en quedar como inocente, al culpar al otro. Este es quizás uno de los errores más comunes y dañinos. Por otro lado, es cierto que luego los hijos se hacen parte también de esta “competencia” y también ellos manipulan a los padres, sacando provecho y a veces buscando vengarse de los propios padres. Esto es más común entre los pre-adolescentes y adolescentes. Habiendo respeto y un poco de diálogo que lleve a acuerdos, los padres podrían evitar ésta terrible consecuencia del divorcio.

Un último hecho que he podido observar en los hijos es el culpar a uno de los dos padres. Parece lógico que busquen la causa del divorcio y terminarán concluyendo que uno de sus padres debió haber sido el causante. Esto lógicamente les producirá una serie de conflictos y el rechazo a quien hayan identificado como culpable. En este caso lo aconsejable sería tener una conversación con ambos progenitores donde se le deje en claro el porque de la separación, sin culpar a nadie, puesto que seguramente la responsabilidad es de ambos. Luego procurar nunca contradecir lo dicho en ese momento. Si se diera el caso, que también sucede, de que el hijo se eche a sí mismo la culpa, siempre el diálogo será la mejor opción. Es importante mantener la disponibilidad a hablar del tema con los hijos, siempre que estén presentes ambos progenitores y se mantenga el respeto y la misma explicación.

Creo que este tema da mucho más para compartir. Sigan enviándome sus comentarios, inquietudes y sugerencias, así podremos profundizarlo más. Que la Sagrada Familia sea el modelo a seguir para cada hogar.
Hasta el Cielo.

P. César Piechestein
elcuradetodos … ustedes

1 comentario:

  1. Gracias por la reflexion quisiera acotar que uno de los aspectos a considerar es que los hijos de padres divorciados de adultos no creen en la institucionalidad del matrimonio.. Que hacer? Prevenir es la unica respuesta .. Creo q una de las muchas cosas es dar mas y mejores cursos prematrimoniales.. 2h u 8h que son para explicar la donacion la entrega y la alegria de hacer feliz al otro

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