"Que no haya nada en tí que no sea lo que de tí se espera" (San Juan María Vianney)

viernes, 10 de diciembre de 2010

El secreto del Cardenal - Sesentèsimo Sexto Informe Cesarial

Muy bien pensados ALA:
El Espíritu sopla donde quiere, como quiere y cuando quiere. Lo importante es que nosotros nos dejemos arrastrar por ese vientecito tan suave, que no nos hace violencia, que respeta nuestra libertad. Pero si queremos ser coherentes con nuestra vocación cristiana sólo debemos dejarnos llevar por Él. Cada semana, cada día y cada hora lo sigo comprobando, somos sólo instrumentos de Dios. Y a mí con eso me basta y me sobra. Ahí les van las anécdotas de esta semana.

Y la lluvia caerà, luego vendrà el sereno ... pero no viene pues !!!
Aunque no lo crean uno por acá añora los aguaceros guayaquileños. En la Perla del Pacífico cuando llueve, llueve y uno como que se refresca del calor. Claro que después viene la humedad y uno suda pero yo siempre diré que prefiero el calor al frío. Por acá hemos tenido unos días de diluvio, con frío y con viento. Ni ganas de salir de la casa, pero ni modo. Lo peor es que hasta los del servicio meteorológico se despistan. Llueve a cántaros por una hora y de repente se van las nubes (se las puede ver viajar velozmente) y brilla un sol que parece que estuviéramos en verano. Dos horas más tarde regresan las nubes y sin previo aviso se desata otra tempestad. Esperemos que regrese el sereno uo uo uo ye !!!

Punto de Encuentro
Las hermanas Misioneras Eucarísticas han quedado muy animadas por la visita de la madre general y es que les dejó algunas tareas. Una de ellas es organizar una vez al mes un evento que se llama "Punto de Encuentro" y consiste en organizar una hora de adoración a Jesús Eucaristía. Yo no podía faltar a tal momento y de pasito les ayudé exponiendo a Jesús Sacramentado. Y aunque no lo crean, porque ya les había contado que por acá los feligreses hay que peleárselos, llegaron unas quince personas. Toda la Iglesia estaba a oscuras y en el altar, sólo Él iluminado, Jesús Eucaristía. Todo el ambiente dejaba en claro que Él era el centro  y hacia Él teníamos que dirigir toda nuestra atención. Fue un momento especial, aunque debo reconocer que la falta de luz me causó un poco de cansancio visual. En todo caso y contra muchos pronósticos contrarios, hubo una buena participación, para mayor gloria de Dios.

Con Israel en la montaña
Hoy tengo que presentarles a un nuevo amigo. Su nombre es Israel y es seminarista de la diócesis de Ibarra. Estudia también en la universidad y últimamente Dios ha querido que tengamos tiempo para compartir. Ya sé que algunos estarán pensando que basta que sea de Ibarra para que ya me haya ganado la voluntad, pero no es tan así. Ciertamente la gente ibarreña tiene un "no sé qué" que instantáneamente te hacen sentir acogido y en confianza. Pero cada uno tiene sus propios méritos. En todo caso tuvimos la oportunidad de viajar juntos a Cannneto y como todo, es con el tiempo compartido que se puede tender lazos. Y tiempo tuvimos bastante, sobre todo en el tren (ya saben que el viaje es largo). Me acompañó en la catequesis, en el grupo de jóvenes y la adoración. Conoció al padre Antonio y a su familia. A todos causó buena impresión, así que seguimos poniendo en alto a nuestro país. 

El secreto del Cardenal
Nuestro querido Cardenal Vela me reveló uno de sus secretos. Resulta que Él también le tiene un cariño muy especial al Beato Manuel González. Ya se imaginan la alegría que tal noticia me causó. Y de pasito me dijo que le hacía mucha ilusión visitar a las Misioneras Eucarísticas de Roma. Y como dicen que "el llanto es sobre el difunto" llamé a la madre María del Carmen para darle la noticia. Todo quedó organizado para una meriendita el domingo por la tarde. Así que me tocó acelerar el almuerzo dominguero en la parroquia y tomar el tren de las 2:40. Una vez en Roma, me despedí de Israel y todavía a carreras tomé el metro hasta el Nazaret.

Una meriendita memorable
Las Misioneras con el Cardenal Vela
Cuando llegué ya habían comenzado, pero todavía había bastante que comer. Conversamos de largo y las hermanas estaban muy contentas. La sencillez y familiaridad del Cardenal las impactó. Pudimos contarle algunas cosas, entre esas el proyecto de los Misioneros Eucarísticos. Luego de charlar un buen rato y de las debidas fotos del recuerdo, se rompió la taza y cada cual marchó a su casa.

El examen de Estructura
Ya tuvimos nuestro primer dolor de cabeza del año, con una materia que no es nada sencilla. Nuestro conciente profesor, viendo que la cantidad de materia era ya bastante grande, vio la conveniencia de tomarnos un examen parcial y así descontar un poco y que no se nos acumulara para el examen semestral. Así que aún con todos los deberes que de ordinario debemos hacer, nos tocó preparar un examen. No estuvo nada fácil, pero creo que salimos todos bien librados. Ahora nos toca esperar la calificación.

Un almuerzo del "Equipo de Avanzada"
Luciana Piechestein
Antes de regresar a Ecuador, nuestra Eminencia nos quiso invitar a almorzar al que ahora se conoce como el "Equipo de avanzada". El título surgió luego de que nos enteramos que la gente que llegó días antes que el vicepresidente para disponerlo todo, se autotitulaban "Equipo de Avanzada". Entonces era justo que también el Cardenal Vela tuviera su "equipo". Y a todos nos invitó a un suculento almuerzo en Casa Santa Marta (donde se hospedan los cardenales). Nos lo pasamos como en familia y las palabras de agradecimiento de Su Eminencia nos sonaron a gloria. No todos los días se puede servir a un "Príncipe de la Iglesia", pues eso son los cardenales.

Todo sigue su marcha y aunque desde lejos, sigo los pasos de todos ustedes, o al menos de los que me los dan a conocer. Les comparto la foto de mi sobrinita Luciana que es una belleza (no porque sea mi sobrina, sino porque basta con mirarla para darse cuenta). Seguimos siempre en contacto vía Sagrario.
Hasta el Cielo.

P. César Piechestein

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