"Que no haya nada en tí que no sea lo que de tí se espera" (San Juan María Vianney)

viernes, 1 de agosto de 2014

De la tierra al Cielo LXXXVI - El valor de una foto

Me detengo a mirar unas fotos viejas. Antes parece que era todo un acontecimiento sacarse una foto. Vestuario, locación especial y algunos otros detalles que hacían mágico aquel “flash”. Una impresión que detenía el tiempo y lo dejaba sellado a perpetuidad. Tiempo que va pasando velozmente y que sin esa foto quedaría en el olvido.

Y me pongo a pensar cómo será para Dios, cuántas fotos nuestras tendrá Él. Quizás ninguna, porque Él no las necesita, para el no hay tiempo ni espacio, para Él todo es presente. Pero nosotros sí las necesitamos, a nosotros el tiempo sí nos corre y la memoria nos falla, las fotos son muy importantes para no olvidar esa sonrisa, ese rostro amado, ese momento de alegría o de luto, minutos que pasaron pero que siempre son memorables.

Y vuelvo a pensar en aquellos que ya no están con nosotros y me vienen esas ganas de mirar las fotos, de volver a experimentar lo que sentía en su compañía. Y sigo pensando en que el tiempo se pasa y la vida también, y le doy gracias a Dios por las fotos, pero agradezco más todavía por las personas retratadas en ellas, porque sé que siguen existiendo y verlos en las fotos me acerca a ellos. ¡Benditas fotos!


Hasta el Cielo.

P. César Piechestein
elcuradetodos ... ustedes

2 comentarios:

  1. Tiene toda la razon Padre, a mi me fascina tomar fotos, luego de un tiempo verlas, es uno de mis pasatiempos favoritos

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  2. Las fotos siempre han sido algo muy especial para mi, y cada vez que quiero relajarme y sonreír recordando viejos tiempos, las veo.

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