Mis inestimables ALA:
Con la llegada del mes de junio llegan también los exámenes y el fin del curso. Aunque es siempre un etapa un poco estresante, lleva consigo el buen sabor de concluir, de llegar a la meta. Cierto que no es la última meta sino una meta intermedia, pero cuenta y tiene buen sabor. Además viene acompañada de la cálida brisa primaveral y de la vecina visita de los autores de mis días.
Terminar el Catecismo
Creo que la misma alegría que siento yo al finalizar las clases en la universidad, la sienten también mis catequizandos al concluir el período de la catequesis. Nos propusimos hacer una pequeña fiesta y para el efecto cada quien traería algo para compartir. La verdad es que a mí no me cae muy bien la idea de detener el tren de la catequesis, pero había que darles tiempo para ver si lo enseñado tiene raíces. Y es que ha sido una lucha constante el hacerles entender la importancia de participar en la Misa los domingos. La mitad de los pupilos lo hace y además acompañados de sus padres. Sin embargo la otra mitad se queda casi siempre sin participar. Y estoy convencido que en la mayor parte de los casos la indiferencia no es de ellos, sino de sus papás. A pesar de eso en los últimos meses algunos han logrado llegar a la Eucaristía sólos y por acá no es fácil porque la mayoría vive en el valle y la iglesia está en la montaña. No hay transporte público, así que sin un auto que te transporte no es posible llegar.
Antes de la comilona
Aunque el encuentro inicia a las 15:30, la mayoría de los muchachos estaban ya en el salón a las 15:00. Como se nota cuando hay otras motivaciones de por medio. Había pie de limón, cake, bocaditos de sal y de dulce, papas fritas, chocolates, galletas y sobre todo ganas de comer. La ansiedad frente a tan bien dispuesto banquete se tuvo que frenar ante la ingrata noticia del "Catechista cattivo" (catequista malvado) que los hizo sentarse en círculo, como de costumbre. No se hizo esperar el reclamo de Damián porque yo les había dicho que era día de fiesta y no de catecismo. Yo corroboré la afirmación de que era día de fiesta, pero negué haber dicho que no habría catequesis ... porque para todo hay tiempo.
Y qué han aprendido ???
La idea era evaluar la catequesis preguntando que les había impactado más. Las respuestas se dividieron en dos puntos esenciales: la Misa dominical y los 10 mandamientos. Comprenderán que me quedé más que conforme pero había que indagar un poco más. No les puedo decir todo lo que afirmaron, pero me tocó esforzarme para no reír. Sin embargo hubo algo que sí me dejó sorprendido. Nuestro eminente Damián, para sustentar su afirmación de haber aprendido el valor de la Misa, nos aseguró que este año había asistido ya a nada menos que 10 Misas. Mi sorpresa fue mayor cuando me dijo que durante el catecismo para la Primera Comunión no había participado en ninguna Misa que no fuera la del día en que recibió por primera vez a Cristo. La verdad es que "en todas partes se cuecen habas". En todo caso se comprometieron a no faltar a Misa y a poner más empeño al catecismo el próximo año lectivo. Ojalá !!!
Misa de Acción de Gracias
Para dar gracias a Dios por la oportunidad de estudiar este año o más bien por haber llegado al final del mismo, nos reunimos en la basílica de San Pedro para celebrar la Santa Eucaristía. Nuestro compañero Piotr, de Polonia, había reservado el altar donde está el cuerpo del Beato Juan Pablo II, así que se imaginarán la emoción que revestía la ceremonia. Aunque faltaban algunos compañeros, estuvimos la mayoría y pudimos celebrar el Sacramento en tan especial lugar. No crean que me olvidé de encomendarlos a nuestro nuevo Beato.
Me despido una vez más deseándoles todo lo bueno que Dios ofrece. Les pido que por favor encomienden a Doña Carmen, que se encuentra muy enferma en el hospital. Los abrazo desde Roma con todo mi cariño.
Hasta el Cielo.
P. César Piechestein
elcuradetodos ... ustedes
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