"Que no haya nada en tí que no sea lo que de tí se espera" (San Juan María Vianney)

viernes, 16 de octubre de 2009

De peregrinación a Asís - Cuarto Informe Cesarial

Mis queridos ALA :

Pues se va acercando el día en que cumpliremos un mes de habernos separado corporalmente, aunque hemos comprobado que nuestros espíritus siguen marchando en comunión, porque Cristo lo hace posible. Me encanta saber que les hago reír con mis anécdotas romanas, pero ya saben que tengo un imán para los acontecimientos. Tengo, como siempre cosas que contarles en este, el cuarto ya, informe Cesarial.

Mi mal di testa
Asì le dicen por acà al dolor de cabeza. Pues el mio tiene nombre y apellido: Claudia, el apellido no me lo sè. Es mi profesora de Italiano, una mujer, que digo mujer, una maestra de esas que ya no hay. Nuestro primer encuentro fue de ensueño. Cuando se presentaron las tres maestras, ella automàticamente llamò mi atenciòn. Mientras Antonella se veìa alegre y entusiasta, Eugenia lucìa una sonrisa condescendiente, de abuelita chocha. Claudia, en cambio, la màs alta, delgada y espigada, con suficientes arrugas en la cara. Con una mirada penetrante e inquisidora y la tìpica actitud de quien ya tiene todo frìamente calculado. El flechazo fue instantàneo, yo deseaba que ella fuese mi profesora. Pero uno propone y las calificaciones disponen. Nos tomaron el examen con el cual se verìa quienes iban al grupo de avanzados, quienes al intermedio, y quienes al bàsico. por màs esfuerzo que hice no logrè ubicarme entre los avanzados, era intermedio, es decir alumno de Antonella. Vi rotas mis ilusiones tan atesoradas (por esos largos treinta minutos) y resignado vi partir a quienes habìan alcanzado el premio de ser alumnos de Claudia. Està de màs decir que la gran mayorià de ellos ya tenìan algùn estudio del idioma y yo, como es sabido de todos, ninguno.Pero Dios no abandona a los bilingues (que aspiramos a ser trilingues) y despuès de dos jornadas, me dieron la oportunidad de ser alumno de Claudia. Fue un sueño hecho realidad, pero pronto, demasiado pronto se volviò pesadilla. Bien dicen que la alegrìa del pobre dura poco. Pase de la camaraderìa de Antonella a la dictadura de Claudia. Quien se podrìa imaginar que son hermanas. Fueron muy duros los dos primeros dìas. Me sentìa desorientado, ellos iban bastante màs adelante que nosotros y ella, si ella en lugar de apiadarse de mi ignorancia, arremetìa con todas sus fuerzas, parecìa decidida a hacerme retroceder, pero yo "ni un paso atràs" me repetìa. El lunes casi que ni sabìa donde estaba. Entre sus gritos, sus palabras ininteligibles para mi y esos ojos que abrìa tanto que parecìa por momentos que iban a salirse de su cara (como los de un cura que conosco), me provocaron un estado de shock, que sòlo pude superar horas despuès en el gimnasio.Pero lo peor vino el martes, cuando al ver mi examen me llamò "poveracho", es decir pobre pero despectivamente, serìa como pobrucho o algo asì. Ahì sì que me doliò y no sè si lo hizo a propòsito pero dì mi primer grito de independencia (siempre en mis adentros, claro, porque en el aula la ùnica que grita es Claudia). Desde aquel memorable martes no me ha podido vencer y ya voy con màs seguridad. Me nivelè y voy viento en popa. Y todo gracias a mi querida Claudia. Ojalà hubiesen miles de profesoras como ella. Bien dicen que la letra con sangre, entra (aunque sea sicològica la sangre).
Nota: el tinte dramàtico es un añadido de gracia, para que lo disfruten.

Que nos vamos a la tierra de San Francisco y Santa Clara
¿Y como les quedo el ojo? Pues si, este curita y otros 39 del gremio nos hemos ido de paseo a visitar Asìs y ha sido una experiencia inolvidable. Nos reunimos a las ocho frente a la plaza de San Pedro y allì nos recogiò el bus. Ya se imaginan que ibamos curas de todo lado: Colombianos (que nunca falta), mexicanos, ecuatorianos ( los màs buenas gentes), españoles, italianos, salvadoreños, guatemaltecos, brasileños, peruanos, y un gajo de africanos (ruandeses, ganeses, etc.) Despuès de màs de dos horas de viaje llegamos a Santa Marìa de los Angeles. Luego fuimos a San Damiàn, donde viviò y muriò Santa Clara. Luego estuvimos en la basìlica de San Francisco, la basìlica de Santa Clara, la de San Rufino patrono de Italia. Pero entre cales y callejuelas encontramos una capillita, que es toda de piedra, claro sorprende porque acà a todo le meten màrmol. Tan pequeñita y sencilla que daba ternura el verla. Es la de San Estèfano. Que ganas de celebrar allì la misa, pero no pudimos. Nos quedamos un buen rato acompañando a Jesùs y luego nos fuìmos con el propòsito de volver en octubre. Visitè las tumbas de San Francisco y de Santa Clara. En la basìlica de la santa, recè el rosario y pedì mucho por ustedes, como siempre, sòlo que el lugar era lo especial ese dìa.

La foto para el DOMUND
Es que era hora del almuerzo, que lo llevàbamos en fundas, "pranzo al saco" que le dicen por acà. Eramos cuatro curas, los latinoamericanos. Arnaldo el peruano, Mario el colombiano, Juan Carlos el ambateño y un servidor. Ya se imaginan el cuadrito. No encontràbamos donde comer y ya desfallecìamos, sobre todo yo, que se me baja el azùcarvìa turìstica. Asì que nos imaginaràn, como niños de escuela, sentaditos,colgàndonos las piernas, pero vestidos de curas y cada uno despachàndose un sànduche de beto a saber que . Ni que decir que todos los turistas se dieron gusto de sacarnos fotos y sin pedir permiso. Es que el cuadro valìa para alguna colecta para pedir para las vocaciones nativas, asì que cuidado y en octubre aparecemos en las estampitas del Domund.

Un domingo memorable
Pues se me hizo por fin y logrè predicar a estos hermanos italianos y dos veces. Si es que ya pude prepararme una homilìa en italiano, y sin traducir, directamente en italiano.La empecè a escribir el viernes en la noche y las monjitas de casa (las cuatro que tenemos) dieron el visto bueno, no sin antes hacer una que otra correcciòn gramatical. Le dì unos toques despuès de volver de Asìs, es que vine inspirado. Claro que no era gran cosa, porque hay unos tiempos verbales que todavìa no me enseña Claudia. Pero quedò lista y el domingo en la misa de siete y en la de ocho de la mañana he predicado, por fin. Se acercò al final de la misa, una señora que ya me habìa felicitado cuando empecè a celebrar en italiano, pero esta vez me dijo "Bravìsimo", que significa excelente, que has estado muy inteligente. Si, porque aquì todavìa no se han dado cuenta que soy bravìsimo,pero con el significado nuestro.

La Casa Nueva
Aprovechè de ir a conocer la casa en la que vivirè desde el mes que viene. Muy simpàtica, pero no pude ver mucho porque el padre estaba de apuro. Pero tiene una Iglesia muy grande, aunque con un sagrario miserable, pero ya verè que hago al respecto. Parece que todo està bien por ahì, ya les contarè màs adelante. Es otro barrio, menos turìstico, màs familiar. Ademàs existen en ese sector varias residencias sacerdotales y tambièn la conferencia Episcopal Italiana. Dicen que està cerca tambièn la universidad donde estudiò el padre Juan Carlos. Ya me fije que por ahì hay un gimnasio, no podìa ser de otra manera. Ya les contarè en el pròximo informe màs al respecto.

Magnìfica tertulia
En la tarde nos reunimos con mi fraternidad, es decir, Andresito. Nos fuimos a la casa de las Misioneras Eucarìsticas. Pudimos charlar sobre pastoral eucarìstica y sobre el Beato Manuel. Luego compartimos algo (màs bien mucho) de comer y seguimos conversando cosas de ustedes. Luego fuimos a visitar al Señor y la reliquia de su Sangre. La Iglesia de San Josè, que atienden las hermanas, es muy antigua y varios santos han pasado por allì, entre ellos Santa Teresita del Niño Jesùs. Ojalà se pueda decir de nosotros, siglos màs tarde, lo mismo.Por aquì estuvieron San Andrès y el Beato Cèsar de San Esteban, Misioneros Eucarìsticos Diocesanos.
Al final, cuando ibamos ya por la calle, Andrès y yo nos hemos propuesto algo, pero todavìa no se los puedo contar. Por ahora les pido que oren por ello.

Buena noticia
Me han informado y de buena fuente, que Yamila Yulàn, nuestra monaguilla està mejor. No dejemos de orar por ella porque todavìa no dan con lo que tiene. Asì que sigamos orando para que no decaiga y para que los mèdicos descubran pronto lo que es y la puedan curar.

Agradezco mucho sus comentarios a los informes y a la reflexiòn del Evangelio dominical. Acepto sugerencias y crìticas constructivas. Espero poder seguir enviando estos dos comunicados cada semana, o por lo menos hasta que se aburran de leerlos.
Les envìo un gran abrazo y un beso que les dure hasta el Lunes, o hasta el pròximo informe Cesarial.
Dios los bendiga siempre. Hasta el Cielo, porque allà nos veremos.

El cura de todos ustedes.

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