Me imagino que con la Pascua tan cercana estaràn todos muy alegres, y no podrìa ser de otra manera. Imagino que no serà porque ya tienen listas las maletas para el viaje en el “feriado”, sino porque ya tienen todo listo para las misiones o la participaciòn en las ceremonias litùrgicas. Por acà seguro que seràn, como de costumbre, unos dìas intensamente espirituales, pero tambièn de mucha labor pastoral.
Segunda convivencia en Picinisco
Nuestra tarea pastoral eucaristizadora tuvo el ùltimo fin de semana y por segunda vez el refuerzo de las Misioneras Eucarìsticas de Nazaret. Sor Marìa Cristina y Sor Marìa Gladys, ya conocidas por nuestros piciniscanos, fueron nuevamente acogidas por los chicos del catecismo, los jòvenes y los que ahora se autodenominan “Adoradores”. El momento màs fuerte del sàbado fue la Hora Santa, que aunque con alguna contrariedad (falta de mùsico), fue el plato fuerte. Lo concluìmos con la procesión, que en esta oportunidad fue un poco màs larga y con menos frìo, porque la primavera nos tratò mejor que el invierno. El domingo la presencia en la convivencia fue màs numerosa que la primera vez y ademàs perseverante.
Reflexionando con los compatriotas
Ayer tuvimos nuestra tercera Hora Santa con los hermanos del Ecuador que residen en Roma. Creo que entre la compañía de Jesùs Sacramentado y la naturaleza acogedora que nos caracteriza, ràpidamente estamos creando entre nosotros una linda amistad. Nos habìamos puesto el reto de, al terminar la Hora Santa, hacer una pequeña reuniòn para reflexionar el Evangelio. Confieso que no tenìa mucha esperanza de que se quedaran, pero se quedaron casi todos. Con la compañía de Sor Marìa del Carmen y del padre Fredy pudimos profundizar en el mensaje que nos proponìa el pasaje de San Juan. Creo que poco a poco el Señor nos harà crecer cuantitativa y cualitativamente. Espero poder contar con vuestras oraciones.
Mi beato tocayo
El jueves en la mañana una de las monjitas del hogar de ancianos me comentó que el viernes se celebraba al Beato César. La verdad es que la noticia era nueva para mi, pero me causó alegría. Una vez en casa y haciendo uso del bendito Google me enteré de la historia de este santo sacerdote. Me llamó la atención que además de ser "colegas" en el ministerio sacerdotal, también nos identificáramos en el amor por la catequesis. Creo que de ahora en adelante me encomendaré a su intercesión, sobre todo cuando vengan tiempos difíciles, porque se nota que a él le tocaron tiempos duros de la vida de la Iglesia.
Les deseo desde lo más profundo de mi corazón una santa y fructífera Semana Mayor. Que el domingo de Ramos nos recuerde lo importante de reconocer a Cristo como nuestro Rey y lo necesario de que nuestra fe sea siempre públicamente manifestada. Desde Roma los abrazo con todo cariño.
Hasta el Cielo.
P. César Piechestein
elcuradetodos ... ustedes
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