"Que no haya nada en tí que no sea lo que de tí se espera" (San Juan María Vianney)

viernes, 4 de mayo de 2012

Sin Pelos en la Lengua - Lo reconocieron al partir el pan


Nuestra Iglesia es rica en carismas y espiritualidades, el Espíritu Santo suscita en ella diversidad de iniciativas para amar y servir a Dios. Sin embargo, y me disculpan si parezco obsesionado con la idea, no podemos olvidar que el centro, cumbre y fuente de toda espiritualidad, es la Eucaristía. La razón es muy simple: Jesús es la Eucaristía. Todos en la Iglesia de Dios somos discípulos de Cristo, seguimos a Cristo, imitamos a Cristo y nos nutrimos de Cristo. De Él es que surgen infinidad de maneras de amar y servir.

A lo mejor les parece obvio lo que ahora afirmo, pero no lo es tanto. Muchos cristianos ponen tanto énfasis en la Palabra de Dios, en el Evangelio, en la predicación, que hablan mucho de Jesús pero no se alimentan del Pan que ha bajado del Cielo. ¿No les parece contradictorio comer el Pan de la Palabra y olvidar el Pan de su Cuerpo?

Otros, al parecer, se quedan en la caridad y la asistencia a los más débiles y sufridos. También Jesús servía a los más pobres, los curaba y los perdonaba. El apostolado es fruto de la comunión con Cristo, comunión que se realiza en la Eucaristía. Cuando comulgamos lo recibimos a Él, nos unimos a Él y Él nos asimila.

Esto que digo ya lo veían claro los mismos apóstoles. Cuando los discípulos de Emaús se encontraron con Jesús en el camino, no lo reconocieron por su predicación, ni por la atención que les prestaba cuando estaban tristes. Leamos lo que dice el Evangelio:

«Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron, pero Él desapareció de su vista» (Lucas 24,30-31)

Sólo fueron capaces de reconocerlo cuando lo vieron “partir el pan”. Ese es el gesto que identifica a la Iglesia, más allá de la predicación o de la caridad, que vienen a continuación de la comunión. A nosotros nos toca recordarlo y ayudar a que todos lo recuerden. La Iglesia (que somos todos los bautizados) vive de la Eucaristía, con Cristo, por Él y en Él.
Hasta el Cielo.

P. César Piechestein
elcuradetodos ... ustedes

No hay comentarios:

Publicar un comentario