Queridos Hermanos:
La solemnidad de Pentecostés del presente año, trae
consigo una singularidad digna de resaltarse. El Papa nos ha llamado con
insistencia a tomar parte en la nueva evangelización, haciéndose cada uno
responsable de su parte en la misión de la Iglesia. Y todo en el tiempo de
preparación al Año de la Fe, que iniciará el 11 de octubre.
Celebrar la venida del Espíritu Santo sobre los
Apóstoles y María Santísima, es celebrar que su presencia es la que santifica
la Iglesia. Es recordar que también nosotros hemos recibido el mismo Espíritu
el día de nuestro bautismo y también sus dones el día de nuestra confirmación.
Es también, por lo tanto, reconocer que así como actuó a través de los
Apóstoles y de los santos de todos los tiempos, quiere actuar a través de cada
uno de nosotros.
Pero no es suficiente con saber y creer que el
Espíritu de Dios habita en nosotros, que somos sus templos, ¿cómo lograr que su
presencia nos mueva como movió a los Apóstoles?
El Papa en su carta “Puerta de la Fe”, con la cual
nos ha convocado a celebrar el Año de la fe, nos recomienda tres pasos
importantes. El primero es el estudio, meditación y profundización de nuestra
fe. Cada uno en casa y en la parroquia, ayudado del Catecismo de la Iglesia
Católica, está llamado a renovar la propia fe. Sin olvidar que le fe crece más
aún cuando es compartida, enseñada a los demás.
El segundo paso es la vivencia de la liturgia,
especialmente la Santa Misa. Jesucristo Eucaristía es el misterio de la fe y
por lo tanto debe ser conocido y amado cada vez con más intensidad. Vivir la
Santa Misa y ayudar nuestros hermanos a
vivirla será prioritario si queremos aportar a la nueva evangelización.
El tercero es la caridad, pues una fe sin caridad,
sin obras, es una fe muerta. Por lo tanto y para que nuestro testimonio de fe
sea creíble y atrayente, nos hemos de destacar en el amor a los que más sufren,
siendo diligentes en el servicio. Y como bien sabemos que el mejor de los
servicios es acercar al hermano a Dios, no podemos desconectar la caridad de la
evangelización.
Como pueden ver, el Año de la Fe y la nueva
evangelización van de la mano. Ojalá no se nos escape la oportunidad de fortalecer
nuestra relación con Cristo y de llevar más almas a Él.
Hasta el Cielo.
P. César Piechestein
elcuradetodos … ustedes
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