Nunca debemos de perder la esperanza en la raza humana. Aunque a diario los periódicos y noticieros nos bombardeen con noticias duras y tristes, aunque la crónica ya no sea roja, sino morada, no podemos perder la esperanza. Siempre habrá luz al final del túnel, pero debemos de atravesar el túnel para llegar a ella.
Son muchas las personas que se esfuerzan cada día por cambiar el mundo, por mejorarlo. He tenido la suerte de conocer a varios y les daré siempre gracias por haberme contagiado algo de su optimismo y entusiasmo. Dios sigue sembrando en los corazones el deseo de construir la Civilización del Amor, hacer realidad el plan que El trazó desde la eternidad y que busca lograr la felicidad de todos.
Sin embargo preocupa ver que muchos de estos entusiastas, se cansan y abandonan el camino. Como que no logran pasar del entusiasmo al compromiso, a la opción de vida. Muchas veces la principal explicación que dan es que se cansaron de luchar solos.
Y es que cuando pensamos que la tarea de renovar el mundo la podemos con solo nuestras fuerzas, sólo nos dedicamos a sumar, cuando lo que se debe hacer es multiplicar. Quién cree que puede con sus propias fuerzas, y deja de lado a Dios, nunca logrará grandes metas. Sumará esfuerzos hasta desgastarse por completo y abandonar el ideal.
Son muchas las personas que se esfuerzan cada día por cambiar el mundo, por mejorarlo. He tenido la suerte de conocer a varios y les daré siempre gracias por haberme contagiado algo de su optimismo y entusiasmo. Dios sigue sembrando en los corazones el deseo de construir la Civilización del Amor, hacer realidad el plan que El trazó desde la eternidad y que busca lograr la felicidad de todos.
Sin embargo preocupa ver que muchos de estos entusiastas, se cansan y abandonan el camino. Como que no logran pasar del entusiasmo al compromiso, a la opción de vida. Muchas veces la principal explicación que dan es que se cansaron de luchar solos.
Y es que cuando pensamos que la tarea de renovar el mundo la podemos con solo nuestras fuerzas, sólo nos dedicamos a sumar, cuando lo que se debe hacer es multiplicar. Quién cree que puede con sus propias fuerzas, y deja de lado a Dios, nunca logrará grandes metas. Sumará esfuerzos hasta desgastarse por completo y abandonar el ideal.
Quien incluye a Dios, abre dos grandes oportunidades: en sí mismo y en los demás. Ya no cuenta sólo con sus propias fuerzas, pues Dios es quien le fortalece. Y es esa presencia de Dios la que hace que el entusiasmo se transforme en compromiso. Y así como en los primeros tiempos del cristianismo fue el martirio lo que movió a tantos a aceptar la fe, el heroísmo de quien lucha con Dios y para Dios contagia a muchos. De ahí que las fuerzas se multipliquen.
Hoy te invito a seguir luchando, porque hay mucho que construir. Pero para alcanzar la meta debemos multiplicar. Si Dios está con nosotros, quién puede contra nosotros.
Hasta el Cielo.
Hoy te invito a seguir luchando, porque hay mucho que construir. Pero para alcanzar la meta debemos multiplicar. Si Dios está con nosotros, quién puede contra nosotros.
Hasta el Cielo.
P. César Piechestein
elcuradetodos ... ustedes
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