De la tierra al Cielo XVI - Ayuno

Al llegar el tiempo de Cuaresma surge la pregunta de siempre : ¿Qué es el ayuno?.

Se puede responder de muchas formas, desde la más básica, hasta la más espiritual. Porque en realidad ayunar no es simplemente no comer, implica mucho más.

Quisiera compartirles algo que leí y que me ha abierto las puertas de este tiempo penitencial:

"Madre querida de mi Jesús y mía, graba hondamente en mi alma que éste y no otro es el secreto de las comuniones sabrosas y fecundas en luz, calor, fuerza y obras buenas, que ése es el secreto de los ratos dulces y confortadores de Sagrario, que ése es el resorte para ver y creer el mismo tiempo, esperar y gozar, trabajar y descansar, caminar y llegar al término ... Alma, alma, entérate bien:

Jesús ha querido quedarse a vivir en su casa del Sagrario guardado por la puerta y el velo de sus negaciones. ¿Quién o qué lo abrirá?

Esto sólo : La llave de las negaciones propias " Beato Manuel González

Negarnos a nosotros mismos es la clave de la penitencia. Es también la clave de la caridad, pues sólo quien es capaz de pensar en el otro, olvidándose de sí mismo, puede amar. El ayuno nos ayuda a aprender a negarnos, a contrariar los caprichos de nuestra voluntad, para poder luego adherirnos a la voluntad de Dios.

Aprovechemos a plenitud este tiempo y escuchemos el llamado a la conversión y a la penitencia que la Iglesia nos hace en nombre del Señor. Fortalecidos con la gracia, seremos capaces de negarnos, de perder nuestra vida por Cristo.

Hasta el Cielo.

P. César Piechestein

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