Hemos llegado al informe número 40 y con más de 10.000 visitas, en seis meses de existencia, ¡quién se lo iba a imaginar! Espero que de verdad este blog esté sirviendo para algo bueno.
Nuevamente informo con retraso, pero seguro me sabrán disculpar. Entre los exámenes y la clausura del año sacerdotal el tiempo ha sido escaso. Pero esto no significa que no los haya tenido presentes, más aún ahora que estamos en plena cuenta regresiva, ya casi que me subo al avión...
Mi querido Danielito
Su presencia ha sido como un adelanto a mi reencuentro con toda la gente querida del Ecuador. Hemos pasado tiempo en común, como no lo hacíamos hace mucho tiempo. Veo que ha madurado mucho y su vocación está todavía más firme que antes. Es un excelente seminarista y seguramente será un excelente sacerdote, seguro un gran discípulo del Beato Manuel González. Pudo visitar muchas Iglesias de Roma, acompañado unas veces por Andrés, otras por Edwin o por David. Conmigo conoció algunas, pero en especial me dí el gusto de llevarlo a conocer San Pedro.
Un almuerzo fraterno
Decidimos que antes de comenzar nuestro encuentro sacerdotal, debíamos compartir un momento juntos y qué mejor que un almuero. Nos reunimos un manojo de guayaquileños escogidos por Jesús: el padre José Manuel Delgado, el padre Jhon Maruri, Andrés Ulloa, Edwin Patín, David Padilla, Daniel Rivera y un servidor. Lo disfrutamos mucho, no sólo porque la comida estaba muy bien, sino porque la compañía era inigualable. Nos reímos mucho, sobre todo haciendo planes sobre las tareas pastorales que Andrés y José Manuel desempeñarán a su regreso a Guayaquil, en el próximo julio.
Y comenzó el encuentro
Nos tocó en San Juan de Letrán. Eramos muchísimos sacerdotes y no podía faltar una que otra monjita (están en todas partes). Fueron dos mañanas intensas, con predicación, adoración eucarística y Santa Misa. Siempre recordándonos que Jesús Sacramentado es el centro de nuestro sacerdocio.
Almuerzo con Monseñor Darío
Nos encontramos con nuestro obispo auxiliar y pudimos almorzar con él. Precisamente hoy cumple veinticinco años de ordenación sacerdotal. Como siempre, aprovechamos para enterarnos cómo va la diócesis y cuáles son los nuevos proyectos. Nos dió tanta alegría ver como nuestra Iglesia guayaquileña sigue creciendo y cada vez llega a más personas, sobre todo a los que poco o nada saben de Dios.
Una tarde con las Hermanas
Fuímos con Danielito a visitar a las Misioneras Eucarísticas. Como siempre nos recibieron con alegría y con una sorpresa. Resulta que estaban dos hermanas españolas, María del Pilar y Ana María, que acababan de entregar los documentos para iniciar ya el proceso de canonización de nuestro querido Don Manuel. Fue una tarde muy alegre, pues compartimos muchas historias del Fundador y conocimos datos de primera mano, anécdotas que no se encuentran en los libros. La mejor noticia fue enterarnos de la existencia de más documentos sobre los Misioneros Eucarísticos Diocesanos, que seguramente nos servirán para elaborar los estatutos. Como siempre la Providencia no nos deja con la mano extendida.
La Misa de Clausura
La noche del jueves tuvimos una vigilia con Su Santidad. Fue un momento inolvidable. Tuvimos testimonios de sacerdotes de distintos lugares del mundo, de una religiosa y de una familia alemana. Lo mejor fue la entrevista que le hicieron al Papa. Cinco sacerdotes, cada uno con una pregunta. El Papa respondió con claridad y contundencia, pero lo que más nos llamó la atención fue su alegría. Se lo veía radiante y seguramente el ver frente a él a más de 15.000 sacerdotes de todas partes del mundo, era la principal razón. El viernes por la mañana fue la Misa de clausura. Dicen que eramos casi 20.000 sacerdotes, algo nunca visto. El Papa nos recordó el significado y la misión de la figura del sacerdote, en la Iglesia y para el mundo. Al final nos consagró al Corazón Inmaculado de María (en la foto el momento de la consagración).
Encuentro después de 10 años
Quién se iba a imaginar que me encontraría en Roma a un compañero de mi promoción. El padre Moisés Narváez Yuxi, de la diócesis de Azóguez, con quien compartí mis seis años de seminario, también estaba en el encuentro. Pudimos saludarnos y recordar viejos tiempos, pero lo más importante, renovar nuestro compromiso sacerdotal.
Cómo crece la familia ...
Estos días son de bendición familiar, pues tanto mi familia de sangre, como la espiritual, siguen creciendo. Nació Luciana Piechestein Ruíz, hija de mi hermano Ernesto y su esposa Alexandra. También nació Cristian Murillo Fuentes, el primogénito de Cristian y Patricia. Me confirmaron que nuestros queridos Enrique e Irene esperan gemelas para dentro de cuatro meses (si así llueve que no escampe).
No puedo dejar de felicitar a mi sobrino-ahijado, Nicolás Piechestein que ha cumplido su primer añito de fotogénica existencia. Felicidades a los papás Roberto y Joselyn.
Tanto que agradecer y tan poco que pedir, espero poder pronto abrazarlos.
Hasta el Cielo.
P. César Piechestein
elcuradetodos ... ustedes
Mi querido Danielito
Su presencia ha sido como un adelanto a mi reencuentro con toda la gente querida del Ecuador. Hemos pasado tiempo en común, como no lo hacíamos hace mucho tiempo. Veo que ha madurado mucho y su vocación está todavía más firme que antes. Es un excelente seminarista y seguramente será un excelente sacerdote, seguro un gran discípulo del Beato Manuel González. Pudo visitar muchas Iglesias de Roma, acompañado unas veces por Andrés, otras por Edwin o por David. Conmigo conoció algunas, pero en especial me dí el gusto de llevarlo a conocer San Pedro.
Un almuerzo fraterno
Decidimos que antes de comenzar nuestro encuentro sacerdotal, debíamos compartir un momento juntos y qué mejor que un almuero. Nos reunimos un manojo de guayaquileños escogidos por Jesús: el padre José Manuel Delgado, el padre Jhon Maruri, Andrés Ulloa, Edwin Patín, David Padilla, Daniel Rivera y un servidor. Lo disfrutamos mucho, no sólo porque la comida estaba muy bien, sino porque la compañía era inigualable. Nos reímos mucho, sobre todo haciendo planes sobre las tareas pastorales que Andrés y José Manuel desempeñarán a su regreso a Guayaquil, en el próximo julio.
Y comenzó el encuentro
Nos tocó en San Juan de Letrán. Eramos muchísimos sacerdotes y no podía faltar una que otra monjita (están en todas partes). Fueron dos mañanas intensas, con predicación, adoración eucarística y Santa Misa. Siempre recordándonos que Jesús Sacramentado es el centro de nuestro sacerdocio.
Almuerzo con Monseñor Darío
Nos encontramos con nuestro obispo auxiliar y pudimos almorzar con él. Precisamente hoy cumple veinticinco años de ordenación sacerdotal. Como siempre, aprovechamos para enterarnos cómo va la diócesis y cuáles son los nuevos proyectos. Nos dió tanta alegría ver como nuestra Iglesia guayaquileña sigue creciendo y cada vez llega a más personas, sobre todo a los que poco o nada saben de Dios.
Una tarde con las Hermanas
Fuímos con Danielito a visitar a las Misioneras Eucarísticas. Como siempre nos recibieron con alegría y con una sorpresa. Resulta que estaban dos hermanas españolas, María del Pilar y Ana María, que acababan de entregar los documentos para iniciar ya el proceso de canonización de nuestro querido Don Manuel. Fue una tarde muy alegre, pues compartimos muchas historias del Fundador y conocimos datos de primera mano, anécdotas que no se encuentran en los libros. La mejor noticia fue enterarnos de la existencia de más documentos sobre los Misioneros Eucarísticos Diocesanos, que seguramente nos servirán para elaborar los estatutos. Como siempre la Providencia no nos deja con la mano extendida.
La Misa de Clausura
La noche del jueves tuvimos una vigilia con Su Santidad. Fue un momento inolvidable. Tuvimos testimonios de sacerdotes de distintos lugares del mundo, de una religiosa y de una familia alemana. Lo mejor fue la entrevista que le hicieron al Papa. Cinco sacerdotes, cada uno con una pregunta. El Papa respondió con claridad y contundencia, pero lo que más nos llamó la atención fue su alegría. Se lo veía radiante y seguramente el ver frente a él a más de 15.000 sacerdotes de todas partes del mundo, era la principal razón. El viernes por la mañana fue la Misa de clausura. Dicen que eramos casi 20.000 sacerdotes, algo nunca visto. El Papa nos recordó el significado y la misión de la figura del sacerdote, en la Iglesia y para el mundo. Al final nos consagró al Corazón Inmaculado de María (en la foto el momento de la consagración).
Encuentro después de 10 años
Quién se iba a imaginar que me encontraría en Roma a un compañero de mi promoción. El padre Moisés Narváez Yuxi, de la diócesis de Azóguez, con quien compartí mis seis años de seminario, también estaba en el encuentro. Pudimos saludarnos y recordar viejos tiempos, pero lo más importante, renovar nuestro compromiso sacerdotal.
Cómo crece la familia ...
Estos días son de bendición familiar, pues tanto mi familia de sangre, como la espiritual, siguen creciendo. Nació Luciana Piechestein Ruíz, hija de mi hermano Ernesto y su esposa Alexandra. También nació Cristian Murillo Fuentes, el primogénito de Cristian y Patricia. Me confirmaron que nuestros queridos Enrique e Irene esperan gemelas para dentro de cuatro meses (si así llueve que no escampe).
No puedo dejar de felicitar a mi sobrino-ahijado, Nicolás Piechestein que ha cumplido su primer añito de fotogénica existencia. Felicidades a los papás Roberto y Joselyn.
Tanto que agradecer y tan poco que pedir, espero poder pronto abrazarlos.
Hasta el Cielo.
P. César Piechestein
elcuradetodos ... ustedes
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