"Que no haya nada en tí que no sea lo que de tí se espera" (San Juan María Vianney)

miércoles, 7 de julio de 2010

Reflexionando el Evangelio - Domingo XIV del Tiempo Ordinario

Queridos Hermanos :

Jesús es siempre directo y claro cuando espera algo de nosotros. Sin embargo en esta ocasión al parecer utiliza una indirecta. Cuando nos pide que oremos al Padre pidiendo obreros para su cosecha sabemos que nos está llamando, pues los obreros somos nosotros.

Entónces podemos inferir que la invitación concreta es a orar por la intención que Él nos propone. Sabemos que la oración tiene como objetivo abrir nuestro espíritu a la accion de Dios. La oración nos permite discernir, unirnos a la voluntad de Dios, sintonizar con Él. Quien ora descubrirá su parte en el plan salvífico de Cristo. De ahí que el primer fruto de esta oración pidiendo obreros para la mies, será que nosotros mismos nos transformaremos en protagonistas y servidores en los campos del Señor.


La Iglesia nos evangeliza especialmente a través de sus ministros, los sacerdotes, pero no sólo de ellos. Cada bautizado es corresponsable en la tarea evangelizadora del mundo. La Palabra de Dios se sigue irradiando en los cinco continentes y cada día llega más lejos gracias a los misioneros. Pero no podemos negar que en muchos países donde la fe llegó siglos atrás, la secularización avanza con fuerza y si no tomamos parte en la nueva evangelización, estaremos siendo parte del problema.

Hoy Jesús nos invita a orar, a tomarnos en serio la labor de difusión del Evangelio, a recordar que también nosotros somos obreros de la mies. Recibamos con alegría esta misión y ayudemos a nuestros hermanos a descubrirla.
Hasta el Cielo.



P. César Piechestein
elcuradetodos ... ustedes

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