Visitando Ibarra - Cuadragésimo Sexto Informe Cesarial

Mis tan queridos ALA :

Parece mentira que ya haya pasado un mes de estas alegres vacaciones. Creo que he hecho de todo un poco, pero principalmente saludarlos y compartir tiempo con ustedes, aunque siempre es muy corto el tiempo que se pasa con los seres amados. Que bien nos lo pasaremos en la vida eterna, donde no habrá ningún apuro y podremos estar siempre juntos en compañía de la Trinidad Santísima. Al grano pues ....

Por fin a la ciudad blanca ... a la que siempre se vuelve !!!

Había ya recibido varios llamados de atención, pues teniendo casi cuatro semanas en Ecuador, todavía no había viajado a mi Ibarra querida. Claro que los recordatorios siempre fueron reclamos de cariño (barnizados con algo de celos). El lunes por la noche, luego de la reunión con los Misioneros Eucarísticos y de una cita con el dentista, tomé el directo a Ibarra acompañado por Suzy Suárez, catequista y amiga de la Guagala. La verdad es que llegamos con las justas, pues el carro salía a las nueve y llegamos cuando faltaba un minuto. ¡A veces presionamos a la Providencia!.

Llegamos sin novedad

Después de un largo viaje y con el cuerpo medio doblado, llegamos a Ibarra casi a las siete de la mañana. Y con un itinerario complejo y apretado, no podíamos perder tiempo en reposo. Nos armamos de valor y de un desayuno abundante (típico de la anfitriona, mi amiga Normita). Primera parada: el seminario mayor. Saludamos con el P. Marcelo (consultar informes anteriores).

Un almuerzo con toda la familia Polo

Una linda sorpresa me tenía preparada Normita. Para festejar el décimo aniversario de mi ordenación sacerdotal. Fue una comida suculenta, pero lo más importante es que estuvo toda las familia. Fue la primera vez en que pude compartir al mismo tiempo con todos los miembros de esta familia. Siempre me han acogido con cariño y me honran considerándome un hermano más.

Reunión con el Grupo de Señoras

Por la tarde y como no podía ser de otra manera, la cita era con el grupo de señoras. Como les conté en un informe anterior, son ya trece años de reunirse para orar y caminar en la fe. Muchos me dicen que oran por mí, pero ellas son mi mayor garantía. Era ya tiempo de darle un nuevo rumbo a su comunidad y sobre todo, una espiritualidad más acorde a su carisma. Siempre han orado por sacerdotes y seminaristas, especialmente por aquellos que les hemos acompañado. Les propuse patrocinar con su oración a los nacientes Misioneros Eucarísticos, convirtiéndose en Marías de los Sagrarios.

La nueva pasantía

Como hubieron muchas dificultades con la pasantía en Estados Unidos, me tocó echar mano al plan B, esto es a pedir la oportunidad en TV Norte, canal de la diócesis de Ibarra. Me entrevisté muy temprano con Monseñor Julio Terán quien con mucha amabilidad me dió luz verde para poder hacer mi papel de practicante en ese medio. Como amigos ibarreños no me faltan, también me abrieron las puertas de radio Católica Ibarra. Pronto estaré colaborando en estos medios y departiendo como antaño, con mis hermanos de la Ciudad Blanca.

A la Capital

Despúes de la entrevista (no había tiempo que perder) nos escapamos a Quito. Pudimos encontrar en la Conferencia Episcopal a una de los Mosqueteros de la Catequesis (más bien a la "dura") la Sra. Carmita Coronado . Porta un collarin por causa de uno de sus hobbies, porque a ella no hay suelo que se le resista y de tanto en tanto "aterriza" pero sin avión. Nos lo pasamos de lo mejor, pues hacía ya casi un año que no nos veíamos.

En el Nazaret de Quito

Siguiente parada la casa de las Misioneras Eucarísticas de Nazaret. Allá nos esperaban con un almuerzo y sobre todo con el cariño de siempre. Fue una alegría encontrarme con mi queridísima María Laura, pues pensé que ya estaría en su nuevo destino, como formadora en Argentina. Les propusimos adoptar a las señoras de Ibarra y la respuesta fue rápida, alegre y generosa. Pronto las visitarán para acogerlas en la familia del beato Manuel González.

San Antonio y Otavalo

La mañana del jueves fue de shopping. Visitamos San Antonio para comprar "juegos de Misa". Mejor y les cuento para que no se asusten. Resulta que varios de mis niños, de los más chiquitos, se ponen a jugar a que celebran la Misa. No queriendo desaprovechar esa inclinación temprana y con la iniciativa de mi querido Fabio Garcia, decidí armarles el juego con piezas de madera compradas en San Antonio. Más adelante les contaré el impacto del jueguito en tres de mis chiquillos. Por Otavalo también pasamos para saludar a Sor Arcángela, un personaje que siempre estuvo presente en mi vida de seminarista. Por primera vez pudimos hablar en italiano, pues ella siempre me lanzaba la conversación en su lengua y yo le respondía en español. Ahora ya pudimos dialogar (se imaginarán la alegría de ambos).

La ansiada respuesta

Por la tarde nos reunimos con las señoras, ahora ya Marías de los Sagrarios. Estuvieron contentísimas al saber que ya eran parte de la Unión Eucarística Reparadora y celebramos la Santa Misa pidiendo gracia para cumplir esta nueva misión: dar y buscar compañia al Abandonado del Sagrario.

Convivencia con los Muchachos

Teníamos ya planificada con tiempo una convivencia con los muchachos de la parroquia. El objetivo era discernir la vocación a la que el Señor nos llama. Tod resultó muy bien y los muchachos y yo terminamos contentos (como se aprecia en la foto).


Un domingo en familia

La tarde del domingo me la pasé entre sobrinos. Comprobé una vez más que adoro a los niños pequeños, pero que tienen algún poder para "absorber" toda mi energía. Sólo me sucede con ellos. No me puedo quejar porque me lo pasé de lo mejor.

La verdad es que no les he podido contar ni la mitad de todo lo vivido esta semana. Mi vida en Ecuador es mucho más intensa e interesante que en Roma, creo que se han podido dar cuenta por sí solos. Me despido aún con mucho en el tintero, pero no les quiero cansar ... así me visitan la próxima vez.

Hasta el Cielo.

P. César Piechestein

elcuradetodos ... ustedes