"Que no haya nada en tí que no sea lo que de tí se espera" (San Juan María Vianney)

martes, 24 de agosto de 2010

Una pasantía fructífera - Cincuentésimo Informe Cesarial

Mis fotogénicos ALA :

Me sorprendió el el padre Roberto Amici, rector de mi colegio en Roma, cuando me dijo que tenía su computador invadido de mis fotos. Y es que ustedes se han encargado de llenar el facebook con las tomas de nuestros momentos juntos. La verdad es que todos somos fotogénicos cuando estamos contentos y gracias a Dios hemos podido compartir muchos momentos memorables en estos dos meses juntos. Pero lo cierto es que el tiempo de vacaciones en Ecuador se va agotando y esta es ya mi tercera semana en Ibarra.

Madres Sacerdotales
Les había quedado debiendo algunos datos del fin de semana antepasado. Y es que el sábado por la tarde, en la aldea de niños del Santuario de la Madre Tres veces admirable, me reuní con un grupo de señoras muy especiales. La verdad es que Dios me ha bendecido de muchas maneras y una de las más patentes es la amistad. Durante todo este tiempo de mi sacerdocio han sido numerosas las personas que me han apoyado con su oración, su hombro y hasta económicamente. Buena parte de ese grupo de personas han sido señoras que, bien se podría decir, me han adoptado. Aunque están un poco desperdigadas, entre la Alborada, Milagro y la Guangala, se me ocurrió que se podía reunirlas y así se hizo. El objetivo es ambicioso: formar un grupo de damas que se unan a la misión del sacerdote, comenzando por la Eucaristía. Así como en la Cruz de la Unidad, donde María aparece junto a su Hijo, ellas deberán estar unidas en oración y acción, a la misión de los sacerdotes, especialmente de los Misioneros Eucarísticos. La propuesta fue bien acogida por ellas y creo que la obra va viento en popa. ya les tendré más noticias en el próximo informe.

Encuentro Juvenil Arquidiocesano
El domingo 15 pude asistir al encuentro de la juventud guayaca (por primera vez en mi vida). Como se celebra siempre en domingo, mis responsabilidades parroquiales me impedían asistir, pero esta vez y aprovechando las vacaciones, nadie me pudo detener. Aunque la mayor parte me la pasé confesando, pude compartir con ellos el momento de adoración eucarística. Además me dió mucha ilusión ver el grupo de los que se encuentran inquietos y sienten el llamado al sacerdocio. Ojalá sean generosos y que pronto los veamos engrosando las filas del seminario.

Ser catequista hoy
Seguro que el nombre les suena conocido. Así le pusimos al nuevo programa que lanzamos al aire el día martes. La idea es que se pueda usar el blog como referencia y que los catequistas encuentren en el blog material de apoyo para su tarea. Durante el programa les ayudamos a preparar los encuentros de catequesis, les informamos las actividades que se realizan en el país y en el mundo, en lo que respecta a catequesis. Entrevistamos a un catequista que nos comparte su experiencia y además reflexionamos una catequesis de algún santo o del Papa. Estoy seguro que se convertirá en un espacio de mucha ayuda para los catequistas de Imbabura.

Un visitante guayaco
Tuve la dicha esta semana de un visitante querido. Un de mis hijos (el más negrito) llegó a compartir unos días de sus vacaciones. Giancarlo, miembro insigne de la parroquia San Esteban, después de haber obtenido el correspondiente permiso de su mamá, llegó por estas tierras. Pudimos conocer Cotacachi, Yahuarcocha y la mayor parte de la ciudad. Pero lo más importante es que tuvimos mucho tiempo para charlar, mucho más del que habíamos tenido nunca. Creo que nos ayudó a fotalecer la amistad que tenemos.

Mi Lucianita
Mi sobrina Luciana crece velozmente. Parece mentira que sólo tiene dos meses. Es una niña comelona y guapísima (la beleza es de familia). Creo que se parece mucho a su bisabuela, aunque también tiene mucho de la abuela. Todavía no puede hablar, pero se hace sentir y nadie niega la fuerza de sus pulmones. Ya ven que ninguna de las mujeres de esta familia es una mansa paloma.

La F.A.C.
Son casi diez años que pronto cumplirá la Fraternidad Apostólica Catequética. Este es un grupo que ayudé a fundar y que con el pasar de los años, no sólo que ha crecido en númeor, sino que ha fortalecido su carisma: el acompañamiento espiritual de los catequistas. Hace más de un año, iniciamos una célula en la Guangala, que junto a la primera agrupan ya a un considerable número de catequistas (la mayoría jóvenes). El sábado nos reunimos para proponerles un estatuto que habíamos estado preparando. El objetivo es darle mayor funcionalidad y organización, para poder llegar a más catequistas y, por qué no, a ser un movimiento apostólico. Bastante falta hace en la Iglesia uno que se especialice en los educadores de la fe, tan importantes y a veces tan abandonados a su suerte. Ojalá y Dios quiera que esta obra siga creciendo y se fortalezca más.

Las promesas en Jarcia
También el sábado me esperaba una gran fiesta. En la parroquia de los Vergeles nos debíamos congregar todos los jarcianos para renover nuestras promesas. Esta ceremonia que realizamos una vez al año reviste una gran importancia para nosotros. Me tocó presidir la Eucaristía y tuve el honor de que acolite Andrés Ulloa. Fue una celebración emocionante, a algunos se les escapaban las lágrimas al momento de prometer a Dios una entrega más completa. Gracias a Dios ahora tenemos tres nuevos miembros de base y este año ganamos los varones 2 a 1. Luego, como de costumbre, la reunión festiva, esta vez en el patio de la parroquia. Felicitaciones a todos y que no demos ni un paso atrás.

Mis nuevas ahijadas

Tenemos como costumbre que quien asume un nuevo compromiso escoja para el evento un padrino. Yo tuve la dicha de apadrinar a dos de mis hijas guangaleñas: Jessica y Meure. Las dos ingresaron a la fraternidad de novatos y quisieron que fuese su padrino. No puedo negar que me dió gran alegría ver a estas dos jóvenes de San Esteban dar este importante paso, que demuestra como van avanzando en su compromiso con Cristo y con la Iglesia. Seguro seguiré pendiente de su crecimiento, pues aunque ya no soy su párroco, ahora soy su padrino.

Y el tiempo corre velóz. Me queda apenas una semana de pasantía y tendré que decirle adios a Ibarra. Sin embargo todavía tengo un programa que poner al aire en la radio, así que aún queda tela que cortar. Por ahora me despido.

Hasta el Cielo.

P. César Piechestein

elcuradetodos ... ustedes

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