Continuando con el elenco de los tipos de abrazos hoy quisiera referirme al que llamaría el "Abrazo Paracaídas". Creo que lo hemos podido observar más de una vez en televisión, cuando algún actor o más frecuentemente actriz, se desmaya y termina sostenida por los brazos de quien estaba en frente. Es ese sostén el que le impide terminar de cara en el suelo, es decir que funciona como un paracaídas.
En la vida real, porque para telenovelas no estamos, nos pueden suceder cosas muy dolorosas. Recibir una terrible noticia, un gran dolor físico o moral, o cualquier otra cosa que nos llega sin darnos tiempo para prepararnos, nos impacta de manera que nos sentimos derrumbar. Es en ese momento que un abrazo tiene la capacidad de sostenernos, de evitarnos caer aún más profundo en nuestro dolor.
La falta de un abrazo en un momento como esos puede ser catastrófica. El problema no sería el darse contra el suelo, sino que el dolor en soledad se intensifica. De ahí que muchos terminen deprimidos, incapaces de asumir un dolor tan grande y tan repentino.Todo eso hace que sea imprescindible ser abrazo en aquellos momentos.
Este es quizás el tipo de abrazo que más se agradece, porque llega en el momento en que más necesitábamos de fortaleza y consuelo. Son abrazos que de ordinario duran más, precisamente porque quien los recibe se encuentra en gran necesidad de afecto. Quien lo da debe estar dispuesto a tomarse el tiempo necesario e incluso a quedarse para acompañar y dar ánimo, después del abrazo.
Por lo general casi todas las personas están dispuestas a abrazar a alguien en esas condiciones de dolor, pero no está demás recordar lo antes dicho, porque a veces sentimos la tentación de huir de quien sufre. Pensemos en todo el bien que podemos brindar con un gesto tan simple y no nos dejemos tentar por la indiferencia. Abrazar a quien está sufriendo es de seguro una obra de caridad cristiana.
Hasta el Cielo.
P. César Piechestein
elcuradetodos ... ustedes
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