"Que no haya nada en tí que no sea lo que de tí se espera" (San Juan María Vianney)

domingo, 12 de febrero de 2012

Reflexionando el Evangelio: Glorificarlo - VI Domingo del Tiempo Ordinario

Queridos Hermanos:

Cuando uno de verdad quiere alcanzar una meta debe resistir la tentación de la dispersión. Quien está resuelto a alcanzar un objetivo sabe que tiene que concentrarse y renunciar, no digo a todo lo demás, pero sí a muchas cosas que le podrían quitar las fuerzas y por lo tanto demorar la marcha hacia su ideal. En la segunda lectura de hoy San Pablo nos da la pauta cuando nos invita a hacer todo lo que hacemos para dar gloria a Dios.

La energía más grande, el sentimiento más puro es el amor. Nuestro amor hacia Dios surge sobre todo cuando descubrimos todo el bien que nos ha hecho, es decir, cuando descubrimos que Él nos ha amado primero. Cuando vemos cómo el leproso del Evangelio de hoy no obedece al Señor que le había pedido específicamente no contar a nadie su curación, nos es fácil comprenderlo. Era prácticamente imposible para él quedarse callado ante semejante gracia, era impensable no dar gloria a Dios por un bien tan grande.

Cada santo a su manera glorificaba al Señor. San Francisco exultaba viendo la mano del Creador en la naturaleza. Santa Teresa lo glorificaba a través de su poesía. San Francisco Javier engrandecía el nombre de Dios predicando y bautizando en tierras de misión. El beato Manuel González daba gloria a Dios dando y buscándole compañía al Abandonado del Tabernáculo. Todos siempre caminando hacia el mismo objetivo: dar a conocer a Aquel que nos ha amado primero, que por nosotros a entregado su vida.

Seguro que, así como el leproso del pasaje de hoy, cada uno de nosotros tiene alguna razón para dar gloria a Dios. Yo tengo mucho más de una. Por lo tanto ahora nos toca seguir el consejo de San Pablo y el ejemplo de todos los santos. Basta proponérnoslo como objetivo y concentrar en ello todas nuestras fuerzas. Todo lo que hagamos que sea para dar gloria a Dios, para darlo a conocer. Él mismo se encargará de brindarnos cada día las oportunidades para hacerlo. Y como siempre les digo “amor con amor se paga”. Si nosotros callamos hablarán las piedras.
Hasta el Cielo.

P. César Piechestein
elcuradetodos ... ustedes

No hay comentarios:

Publicar un comentario