"Que no haya nada en tí que no sea lo que de tí se espera" (San Juan María Vianney)

viernes, 19 de febrero de 2010

Un encuentro inolvidable - Vigésimo Cuarto Informe Cesarial

Mis Añorados ALA :

Bien dicen que uno nunca puede saber lo que le depara el futuro, pero lo que sí sabemos es que todo (aún lo duro o triste) Dios lo hace para nuestro bien. Como ya les adelanté, ayer recibí de parte del Señor una gracia muy especial, poder estar cerquita del Santo Padre. Voy a contarles como fue que sucedió todo.

La intervención de un amigo
Ya varias veces les he hablado de Álvaro, mi compañero español (en la foto). Nos llevamos muy bien, nos sentamos juntos en clase y solemos bromear siempre. El miércoles, mientras estábamos en la universidad y hablábamos de las clases del jueves, me dijo que él no iba a asistir. Me explicó que iría a San Pedro para una audiencia Papal. Cuando le pregunté de qué se trataba, me contó que era una audiencia especial, que el Papa suele hacer una vez al año al comenzar la cuaresma. En ella se reúne con los sacerdotes de Roma, párrocos y también estudiantes. Pero el detalle que llamó mi atención es que me explicó que , en esta sola ocasión, el Papa saludaba personalmente a los sacerdotes que se colocan junto a las barandas que delimitan el corredor por donde pasa. Fue en ese momento cuando decidí que debía ir también, aunque sí me daba cargo de conciencia hacerme la “pava”.

Tempranito a San Pedro
La noche previa al evento no pude dormir bien. No sé si eran los nervios o que ya mi alma sospechaba lo fuerte que sería el encuentro. Muy temprano me preparé y me reuní con Álvaro en la Plaza, frente a la Basílica. No pusimos en la fila, pues aunque la audiencia comenzaba a las once y eran apenas las nueve, ya eran casi 100 los sacerdotes en cola. Era chistoso ver la sorpresa de los turistas ante cuadro tan insólito. Curas de todos colores (pero todos vestidos de negro) agrupados frente a una puerta, que no era la de la Basílica. Casi a las diez nos dejaron pasar y la verdad nunca había visto correr a tanto sacerdote. Era una maratón en negro que subía aceleradamente unas escaleras que parecían te llevaban al Cielo. Es que todos queríamos alcanzar las sillas junto a las barandas, para poder estrecharle la mano a Benedicto.

De aquí no me muevo
Agarré mi puestito , me acomodé la sotana y con el libro que nos acababan de regalar en las manos, comencé la espera. Y llegó puntualito!! Entró saludando a los del lado derecho (yo estaba a la izquierda). Unos besaban su mano, otros pedían la bendición, y así a todos les regala su sonrisa, hasta que llegó al estrado. Cuando iban pasando a la altura en que estaba yo, un obispo que de seguro me vio la cara de desespero, me dijo : “A la salida les toca a ustedes”.

Y nos predicó
Varias veces he escuchado al Papa en sus intervenciones, pero siempre lo había visto leer. Ayer nos predicó sin ningún apunte. Nos habló del sacerdote como hombre de Dios y de los hombres. Nos dijo lo importante del sacrificio y de la obediencia. Y nos recordó que podemos ser auténticos ministros, en la medida en que estamos en comunión con Cristo Sumo y Eterno Sacerdote. Claro y contundente. Yo recordé como Santa Catalina de Siena llamaba al Papa “Mi dulce Cristo en la tierra”.

Llegó el momento esperado
Terminamos cantando el Padrenuestro y recibiendo su bendición. Luego bajo del estrado y comenzó a saludar a los de la izquierda. Yo no podía estar más nervioso. Tenía las manos frías y las ansias me hacían doler la barriga. Pude ver cuando saludaba a Álvaro, que estaba dos filas antes que yo. Cuando llegó a mi lugar, me parecía mentira. Le tomé la mano y besé el anillo que lleva. Junté mis manos e incliné un poco la cabeza pidiendo la bendición. El me hizo la Cruz en la frente y fue en ese momento que me atreví (todo fruto de los nervios) a agarrarle el brazo, como para que no se me fuera , y le dije : “Su Santidad yo vengo de Guayaquil”. El me miró a los ojos y mientras me apretaba la mano derecha me respondió : “Yo he estado allí”. Fue entonces que le dije que yo lo sabía, pues cuando todavía era cardenal visitó nuestra ciudad. Y sin pensar (de esas cosas que uno hace cuando está nervioso) le di una palmadita en la espalda. Por suerte los de seguridad no se dieron cuenta, o quizás fue todo tan rápido que no tuvieron tiempo para reaccionar. Sino hoy salía en todos los periódicos. Lo que sé es que fue un arrebato de cariño sincero.
Inolvidable
Luego de ese instante sentía que el corazón no me cabía en el pecho. Tuve muchas ganas de llorar, pero me dio vergüenza porque nadie lo hacía. Se me llenaron los ojos, pero eran de esas lágrimas que te puedes contener y que sólo te nublan la mirada por unos momentos. Después nos reunimos con Álvaro y compartimos nuestras impresiones.

Les debo el resto
Pasaron algunas cosas lindas esta semana, pero me las reservo para el próximo informe. Creo que era necesario dedicarle un espacio entero sólo a este momento que quedará grabado en mi memoria para siempre.

Feliz Cumpleaños Ernesto
Hoy es el cumple de mi hermano. Desde Roma le deseo todas las bendiciones y le envío un abrazo grande!!
Hasta el Cielo

P. Cèsar Piechestein

elcuradetodos ... ustedes

6 comentarios:

  1. wow padre Cesar!!! que alegría me da saber que usted tuvo esa bendición... se nota en las fotos que la emoción le sobresalía, porque en su rostro se puede ver mucha felicidad!! me alegro mucho

    un abrazo,

    Miguelito

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  2. Pues al año que viene toca repetir, ahora que ya lo sabemos... Que ojalá sea un momento que nunca olvides y que todo lo que nos dijo el Papa sobre el sacerdocio, lo puedas llevar a la práctica con la ayuda del Señor. Dtb!

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  3. ohhhhhhh que emocion padrino, solo de leer que queria llorar en ese momento tan especial, se me hizo un nudo en la garganta y se me llenaron los ojos de aguita... que alegria saber que ha tenido un encuentro con el Santo Padre, me alegro mucho y que ese encuentro sea para darle fuerzas y animos para seguir adelante en sus estudios y en lo que DIOS le tenga preparado... Lo quiero mucho =)

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  4. Ay Padre mientras leí el informe me hice toda la película en la cabeza y con ayuda de las fotos claro está, me imagino a usted corriéndo con una sonrisa enorme en el rostro. POr lo de la palmada me hizo reir mucho y es que los nervios traicionando mucho jeje, que linda experiencia que ha tenido ojalá un día todos podamos compartirle una similar al conocer al Papa, seguro usted y el P. Álvaro tendrán presentes siempre esos momentos y en especial sus palabras que serán de mucha ayuda en su vida al servicio de Dios. Bendiciones.

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  5. Mi querido hermano (discúlpame si hace mucho no te llamo así) que alegría ir semana a semana conociendo de tus experiencias en Roma y de lo divertido que pasas en la Universidad. Ese encuentro con el Papa Benedicto que narras debió ser a la diez millonésima potencia de como lo percibo al leerlo, es cierto en las fotos se nota como desbordaba tu emoción y eso es bueno (aunque un toque de llanto no hubiera estado mal) que hombre no llora al sentir en el corazón alegría tan intensa. En fin te felicito mucho y oro porque Dios te siga bendiciendo en tu camino
    ; por favor transmítenos acá al Ecuador esa bendición del Santo Padre que recibiste en la frente y a través de tus oraciones únete con tus compañeros sacerdotes a las del mundo entero por las víctimas de los terremotos en Haití y en el reciente en Chile. Que Dios nuestro Señor nos cuide y nos ampare siempre... Amén.

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  6. Cinthya Siguenza Diaz2 de marzo de 2010, 19:34

    Padre.. que alegría nos ha dado a mis padres y mí al leer sus informes y ver sus fotos sobre este gran encuentro con el Papa ... no sabe imagina cuanta alegria rebosa en nuestros corazones por compartirnos su inmensa emosión. Le felicitamos Padre y le agradecemos un mundo por compartirnos su amor intenso por vuestro buen Amado Jesus..
    bendicones Padre y un abrazo a la distancia =)

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