Desde la Ciudad Blanca - Vigèsimo Octavo Informe Cesarial

Muy extrañados ALA :

Cada semana que se pasa, siento más cerca del día de poder volver a estar entre ustedes. No es que acá no se lo pase bien, es sólo que no se trata del lugar, sino de la familia, de la amistad que a la distancia no es igual. Siempre doy gracias a Dios por todos ustedes y también por las personas que voy conociendo. Esta semana, aunque no trae muchas novedades, trae algunos datos que siempre es bueno compartir.

Trece años en la Ciudad Blanca
Así es, pues las señoras que conforman la Comunidad Jarcia de Ibarra, han celebrado con una Santa Misa, sus trece años juntas. Desde acá las felicito con todo el cariño de padre y amigo. Parece mentira que hayan pasado tantos años, desde que en el coro de la Iglesia de Ntra. Sra. De la Esperanza, junto al Seminario Mayor, iniciaran nuestras reuniones. Aquí en la foto las podemos ver junto a mi querido amigo, el Padre Marcelo Chuma. Doy gracias a Dios por su perseverancia, por el testimonio de fe que comparten y por la oración que hacen por los sacerdotes. ¡Que Dios les pague!

Vía Crucis en Santa Justa
Cada sábado a las seis de la tarde, poco después de llegar a la parroquia, debo celebrar la Santa Misa en una de las Iglesias de la zona. Está dedicada a Santa Justa y tiene un coro que canta muy bien. Los feligreses no son muchos (es lo común por acá) pero como la Iglesia es pequeña, se ve bastante llena. Este sábado después de la Misa, quedamos en reunirnos para rezar el Vía Crucis. Se habían preparado con muchas velas (casi 400) que fueron poniendo en las orillas de las calles por donde íbamos a pasar. En la obscuridad de la noche y sin alumbrado público, se imaginarán que bonito se veía. Ni les cuento la de carreras que tuvo que pegarse la sacristana y otra señora, porque de tanto en tanto, cuando soplaba el viento, algunas velas se apagaban y ellas corrían a encenderlas de nuevo. Al final, todos contentos y con el alma en sintonía, después de haber recorrido en oración, el camino de la Pasión.

¡ Y como le dicen ¡
Algo que no les había contado todavía, es como me llaman por acá. Básicamente tengo dos sobrenombres . El primero me lo pusieron en la Universidad. Resulta que desde que me eligieron delegado de curso (viene a ser como presidente) me comenzaron a decir “Capo”. En italiano, capo significa “jefe” y aunque comenzó como una broma, lo repitieron tanto que, hasta los compañeros de otros cursos me dicen así. Es más “il Capo”, es decir “el Capo” que suena todavía más a apodo. Esperemos que el próximo año lectivo, escojan a otro y herede el oficio junto con el “título”. En la parroquia, en cambio, me dicen “Don Che”. Mi nombre traducido al italiano sería Cesare (que se pronuncia Chésare). Por eso me lo abrevian y termina sonando “Don Che”. Me parece más simpático que “il Capo” y de hecho me gusta.

Bienvenida Primavera
Este domingo 21 comienza la nueva estación, la de los enamorados, de las flores, de los poetas. Ciertamente todavía hace un poco de frío, pero ya no como antes. Ya se ve como ciertos árboles y algunas plantas han comenzado a florecer, y unos poco ya muestran los primeros brotes en las ramas. Los días duran más, ahora tenemos luz solar hasta las seis y media de la tarde.

Un nuevo sobrinito(a)
Quiero felicitar a Peter y María Gabriela que han recibido una nueva bendición en su cuarto retoño. Esperamos que este embarazo transcurra con normalidad y que pronto podamos disfrutar de un lindo bebé. Besos para Emilio, Marina y para mi ahijadito Bruno.

Me despido con la alegría de saber que siempre puedo contar con sus oraciones y su afecto. Pronto les compartiré el "programa de actividades" que compartiremos en julio.
Hasta el Cielo.

P. César Piechestein
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