"Que no haya nada en tí que no sea lo que de tí se espera" (San Juan María Vianney)

jueves, 16 de septiembre de 2010

De regreso en la Bella Italia - Cincuentésimo Tercer Informe Cesarial

Mis ya muy extrañados ALA:

No crean que son sólo ustedes los que extrañan. Y además estoy convencido que yo extraño más, porque ustedes se quedaron en Ecuador y se hacen compañia mutuamente, mientras que yo he dejado todo y a todos, bueno menos unos poquitos que están en Roma. De ellos trata la mayor parte de este informe, pues son los que Dios me ha regalado y a quienes trato de cuidar ahora. Así que sin más remilgos, al grano ...

Y por qué no se queda un poco más ???
Algunos se preguntan todavía por qué si aún tengo un mes de vacaciones me regresé a Roma, en lugar de seguir en Ecuador. La verdad es que existen varias razones. La primera es que desde el 5 de septiembre comenzaba mi contrato como capellán del hogar de ancianos "Victoria". No podía dejar a los ancianitos sin su Misa diaria, aunque sean sólo cinco los que asisten regularmente. También están las religiosas, Hijas de la Caridad, que son también cinco. Claro que teniendo en cuenta que por acá los feligreses son "peleados", no me puedo quejar de mis 10 tesoritos. Recuerden que el año pasado no tenía ninguno y debía conformarme con la concelebración en el colegio, junto a otros ocho sacerdotes y sin un sólo feligrés. Así que ahora me siento muy contento con mi pequeño rebaño de ciudadanos de oro (adultos mayores dicen que se les dice ahora). Así que ya no soy un cura "huerfanito". La verdad es que me toca levantarme super temprano porque la Misa es a las siete, pero vale la pena con tal de celebrar con una comunidad. Además casi todos comulgan y con devoción. Después de la celebración, Sor Inmaculada, que es la sacristana, me deja listo en desayuno que me tomo en la sacristía, mientras ojeo el periódico. Así que por ese lado, todo bien. Todavía existe un trámite que no he terminado, porque me faltan unos documentos. Se trata del convenio con el municipio de Roma, pues el hogar pertenece a esa institución. Así que terminaré siendo todo un "municipal". En la foto la capilla del hogar.

A casa de María y Lucía
Como mi colegio es un poco caro y en esta época está practicamente vacío, decidí que lo mejor era aprovechar la hospitalidad de doña María. Ella es miembro del camino Neocatecumenal desde hace 20 años y tiene como apostolado el alojamiento a sacerdotes y seminaristas. Fue en su casa que se hospedó Daniel Rivera cuando vino de España a la clausura del Año Sacerdotal. Junto con ella vive Lucía. Sé que María tiene 66 años, pero la edad de Lucía es un misterio que aún no logro develar. De tanto en tanto pelean, sobre todo a la hora de ver la televisión, porque no se ponen de acuerdo en los programas, aunque no hay mucho de donde escoger (no tenemos cable). Yo me divierto, sobre todo a la hora de asustarlas (mi travesura favorita), si bien ya me han amenzado con morirse de infarto, pero no me convencen. Lucía lee mucho y se pega dos caminatas diarias, recomendación del médico. Come poquísimo y disfruta de las series detectivescas y los noticieros, aunque la aburren los políticos ( a quién no). María navega en internet, escribe y dibuja en la computadora. Cocina para los dos y va a sus reuniones en la parroquia. Me parece que somos como aquella serie "Tres son multitud".

Los santos seminaristas
No digo que sean santos, pero es el deseo de que sean santos lo que expreso. El domingo por la tarde nos reunimos con David, Edwin y el recien llegado, Joel. Nos fuimos, como de costumbre, a tomar helado. Yo ya tengo un lugar preferido, donde son de verdad artesanales. En algo se parecen a los famosos helados de paila de mi añorada Ibarra. Buscamos un parque donde pudiésemos sentarnos a disfrutar tan rico refrigerio (aunque algunos se lo despacharon antes de llegar). Conversamos largamente y reimos de nuestras aventuras vacacionales. Aprovechamos para poner al tanto al "nuevo" de la situación italiana, sobre todo de temas como la familia y la Iglesia de por acá. Creo que lo estamos preparando bien para cuando comiencen las clases, aunque "el man es sabido porque rodó en la Guangala".

Con las Misioneras "almuerzo-cena"
Creo que las hermanas ya están sobre aviso para cuando las voy a visitar. Y es que siempre la sobremesa del almuerzo, se alarga hasta la hora de la cena. Comenzamos a la una y media para levantarnos de la mesa a las ocho de la noche. esta vez fue María Gladis la que cocinó, aunque si no recuerdo mal también fue ella la que preparó el almuerzo la última vez. Creo que siempre voy cuando está de semana de cocina. En todo caso, cocina muy sabroso. Hubo rissotto y pescado al vapor (era viernes). Además helado y chocolate. compartimos de todo un poco, sus proyectos y los míos, al final los nuestros. Creo que con la gracia de Dios esta año traerá muchos frutos eucarísticos. En la foto aparecen un poco cansadas porque se las tomé casi a la hora de la cena, para la próxima haremos las fotos al principio, así salimos contentos y con hambre.

De vuelta a la montaña ...
Tenía muchas ganas de volver a ver los paisajes del campo italiano. Fue un retorno a la parroquia, que aunque no es mía, es la que me acoge por ahora. Nuevamente los campos verdes, los viñedos cargados de uva, casi listas para la vendimia que será a fin de mes. Los olivos llenos de aceitunas aún verdes pero abundantes. Todo muestra el rostro del verano que aún no termina. Y luego reencontrarse con los amigos. Con algunos habíamos mantenido el contacto por el facebook, con otros a través de llamadas telefónicas. Todo estaba como se lo había dejado.

Mi querido Daniele
Por acá los jóvenes son pocos y en la Iglesia aún menos. Sin embargo creo que he entablado una buena amistad con Daniele Antonelli. Tiene 16 años y es el octavo de diez hermanos. En la foto lo pueden ver en delantal, pues estaba trabajando en la pizzeria familiar que tiene en Gallinaro, aunque ellos viven en Picinisco. La verdad es una de las personas que más quería reencontrar, aún falta Chiara, pero ella no estuvo este fin de semana. Ya les tendré más noticias de él y de un proyecto que tenemos, que si Dios lo quiere, se hará realidad.

Esta ha sido, a breves ragos, la primera semana en Roma. Creo que para la próxima tendré más aventuras para contar, por ahora lo más importante ha sido reencontrar a los amigos de por acá. Les envío mucho cariño (porque los abrazos me los reservo para mi). No se olviden de encomendar mucho a los enfermos, sobre todo a los que están sufriendo más. Dios los bendiga.
Hasta el Cielo.

P. César Piechestein
elcuradetodos ... ustedes

1 comentario:

  1. me alegro mucho por usted!! segurito que va a aprovechar al maximo el tiempo que le queda de las vacaciones, para de ahi estudiar otra vez!! :) muchos saludos a usted y a Joel
    Miguelito

    ResponderEliminar