Escribo este informe en Roma, así que ya hace algún rato que los dejé en Ecuador. Espero que este segundo período en Italia me regale ALAS europeos. Este informe (creo será un poco largo) relata todo o casi todo lo acontecido en la última semana de estas vacaciones en la Mitad del Mundo. Ya se podrán imaginar que el plato principal será la fiesta de cumpleaños ( aunque debería decir : fiestas).
Primera fiesta de cumpleaños: Guangala
Mis queridos amigos de San esteban, pues hace casi un año que dejaron de ser mis feligreses, quisieron ser los primeros en celebrar los 35 veranos transcurridos desde mi nacimiento. Cabe recalcer que contaba con 30 cuando me nombraron su párroco. Mi multioficios y sus cómplices, decidieron que el lugar sería la academia de baile de Sandy y Carlos Negrete, así que se imaginarán que había buena pista para el merequetengue. Luego de celebrar la Misa en San Esteban y de saludar y conversar como de costumbre, llegó el momento de marchar a la fiesta. Y ya estaban muchos a la espera del cumpleañero que tenía que romper el baile y ya que no me hago de rogar ... A medida que pasaba el tiempo llegaban más invitados y como de costumbre, nos divertimos sanamente, entre jóvenes, adultos y algunos niños. Llegó la hora del pastel y no podían faltar las palabras de Don Rogelio, que en tono de discurso me lanzó unas cuantas flores. En el aire se sentía ya un ambiente de despedida, pero todavía nos quedaban unos días para compartir. No nos detuvimos hasta la una y media de la madrugada del domingo. Mientras aguantó el piso y la suela, bailamos con la alegría que siempre nos ha caracterizado.
Despedir a Joel
De ahí me pegué una carrera a la casa de la familia Jácome. La reunión (o más bien vigilia) tenía como objetivo despedir a nuestro primer seminarista guangaleño que se marchaba a Roma, para sus estudios de teología. Yo en realidad no tenía mucho que despedir, pues nos encontraríamos en Roma días más tarde, pero si quería estar un rato con la familia, en especial con doña Carmen, la mamá. Debe ser muy duro para una madre dejar partir un hijo, sobre todo cuando va a un lugar tan lejano. Compartimos un rato y tratamos de darle un poco de ánimo a la doñita, aunque creo que no nos resultó. En todo caso ya les contaré cómo va Joelito por acá.
Segunda fiesta de cumpleaños: Madres Sacerdotales
El domingo por la tarde tenía la reunión con las Madre Sacerdotales. Ellas también quisieron, al terminar la reunión, celebrar con torta y regalos, mi cumple. La torta estaba deliciosa y los regalos seguro me darán abrigo en el frío invierno italiano. Estoy seguro que lo que más me va a abrigar será su oración antes Jesús Sacramentado. Y su acompañamiento a los seminaristas me dará la tranquilidad de saber que ellos no están sólos, pues tienen un grupo de mujeres que se preocupan por ellos.
Una cena con mis papás
Les parecerá que estos dos meses y diéz días han sido un tiempo largo, pero se han pasado volando. Ojalá en Roma el tiempo transcurriera así de rápido. Resulta que a algunas personas las dejé para el último, digamos que fuese para cerrar con broche de oro. Casi desde el inicio de las vacaciones, mi papá me había invitado a comer y entre una cosa y otra, no se había dado el momento. Hubo por ahí algún recordario y algún memo, pero quedamos en cenar el lunes. Me llevaron a un restaurant donde comimos muy bien, aunque lo más importante siempre es la compañia. Seguro fue un momento memorable.
Javier, Eva y las Zuquillo
Otra invitación pendiente era una salida al cine con mis panas Javier Cadena y Eva Matamoros. Y como tenía muchas ganas de ver producción nacional, nos lanzamos a ver "Zuquillo Express". la verdad es que está muy bien la película. Yo las había visto ya en su serie cómica y siempre me han parecido muy graciosas, pero la película además de comedia, creo que deja un mensaje muy interesante con respecto a la migración y sus motivaciones. Como dije antes, lo más importante fue la compañia y estos dos amigos son de los mejores.
Una almuerzo Carolinesco
Muchos podrían pensar que mi hermana, por el hecho de ser actríz, no sabe cocinar, y se equivoca. Y lo demostró una vez más al prepararme un almuerzo muy guayaco y delicioso. Es siempre una delicia ver como los años pasan, pero el cariño no envejece.
Tercera fiesta de cumpleaños: Mi fraternidad de Jarcia
El miércoles tenía la reunión de la fraternidad de base. Estábamos casi todos porque justo ese día nos iban a decir en qué fraternidad le tocaba a cada uno y además había que nombrar a los coordinadores. Esta era la oportunidad de darles la bienvenida a los nuevos consagrados: Wilde, Juanito y Karen (mi hija misericordiosa). Quisieron también mis hermanos celebrar esta bienvenida y de paso mi cumple con una rica torta. Cantamos el "Cumpleaños Felíz" y de pasito nos fuimos ya despidiendo de algunos, pues no podrían estar al día siguiente en la super fiesta de cumple. Siempre bendigo a Dios por cada uno de ellos, pues ha sido Dios quien nos ha puesto a caminar unidos en Jarcia.
Los ñoquis verdes de los Piechestein
No podía dejar de contarles lo original de un almuerzo familiar. Como muchos saben mi abuelo paterno era italiano, de ahí que mi papá sepa preparar pasta. Uno de esos platillos son los llamados ñoquis (gnochi en italiano) que es una pasta cuya masa además de harina de trigo, lleva también papa. Pero resulta que ahora también incluyeron algo vegetal (creo que era albahaca) lo que resultó en unos ñoquis verdes. Nunca había visto un plato así, pues hasta fideos verdes comí, pero diciendo la verdad estaban muy ricos. Participaron en la preparación: Carlitos y Carolina, dos actores de telenovela, así que comimos de manos de los famosos.
Cuarta fiesta de cumpleaños: Mi familia y mis amigos
Primera fiesta de cumpleaños: Guangala
Mis queridos amigos de San esteban, pues hace casi un año que dejaron de ser mis feligreses, quisieron ser los primeros en celebrar los 35 veranos transcurridos desde mi nacimiento. Cabe recalcer que contaba con 30 cuando me nombraron su párroco. Mi multioficios y sus cómplices, decidieron que el lugar sería la academia de baile de Sandy y Carlos Negrete, así que se imaginarán que había buena pista para el merequetengue. Luego de celebrar la Misa en San Esteban y de saludar y conversar como de costumbre, llegó el momento de marchar a la fiesta. Y ya estaban muchos a la espera del cumpleañero que tenía que romper el baile y ya que no me hago de rogar ... A medida que pasaba el tiempo llegaban más invitados y como de costumbre, nos divertimos sanamente, entre jóvenes, adultos y algunos niños. Llegó la hora del pastel y no podían faltar las palabras de Don Rogelio, que en tono de discurso me lanzó unas cuantas flores. En el aire se sentía ya un ambiente de despedida, pero todavía nos quedaban unos días para compartir. No nos detuvimos hasta la una y media de la madrugada del domingo. Mientras aguantó el piso y la suela, bailamos con la alegría que siempre nos ha caracterizado.
Despedir a Joel
De ahí me pegué una carrera a la casa de la familia Jácome. La reunión (o más bien vigilia) tenía como objetivo despedir a nuestro primer seminarista guangaleño que se marchaba a Roma, para sus estudios de teología. Yo en realidad no tenía mucho que despedir, pues nos encontraríamos en Roma días más tarde, pero si quería estar un rato con la familia, en especial con doña Carmen, la mamá. Debe ser muy duro para una madre dejar partir un hijo, sobre todo cuando va a un lugar tan lejano. Compartimos un rato y tratamos de darle un poco de ánimo a la doñita, aunque creo que no nos resultó. En todo caso ya les contaré cómo va Joelito por acá.
Segunda fiesta de cumpleaños: Madres Sacerdotales
El domingo por la tarde tenía la reunión con las Madre Sacerdotales. Ellas también quisieron, al terminar la reunión, celebrar con torta y regalos, mi cumple. La torta estaba deliciosa y los regalos seguro me darán abrigo en el frío invierno italiano. Estoy seguro que lo que más me va a abrigar será su oración antes Jesús Sacramentado. Y su acompañamiento a los seminaristas me dará la tranquilidad de saber que ellos no están sólos, pues tienen un grupo de mujeres que se preocupan por ellos.
Una cena con mis papás
Les parecerá que estos dos meses y diéz días han sido un tiempo largo, pero se han pasado volando. Ojalá en Roma el tiempo transcurriera así de rápido. Resulta que a algunas personas las dejé para el último, digamos que fuese para cerrar con broche de oro. Casi desde el inicio de las vacaciones, mi papá me había invitado a comer y entre una cosa y otra, no se había dado el momento. Hubo por ahí algún recordario y algún memo, pero quedamos en cenar el lunes. Me llevaron a un restaurant donde comimos muy bien, aunque lo más importante siempre es la compañia. Seguro fue un momento memorable.
Javier, Eva y las Zuquillo
Otra invitación pendiente era una salida al cine con mis panas Javier Cadena y Eva Matamoros. Y como tenía muchas ganas de ver producción nacional, nos lanzamos a ver "Zuquillo Express". la verdad es que está muy bien la película. Yo las había visto ya en su serie cómica y siempre me han parecido muy graciosas, pero la película además de comedia, creo que deja un mensaje muy interesante con respecto a la migración y sus motivaciones. Como dije antes, lo más importante fue la compañia y estos dos amigos son de los mejores.
Una almuerzo Carolinesco
Muchos podrían pensar que mi hermana, por el hecho de ser actríz, no sabe cocinar, y se equivoca. Y lo demostró una vez más al prepararme un almuerzo muy guayaco y delicioso. Es siempre una delicia ver como los años pasan, pero el cariño no envejece.
Tercera fiesta de cumpleaños: Mi fraternidad de Jarcia
El miércoles tenía la reunión de la fraternidad de base. Estábamos casi todos porque justo ese día nos iban a decir en qué fraternidad le tocaba a cada uno y además había que nombrar a los coordinadores. Esta era la oportunidad de darles la bienvenida a los nuevos consagrados: Wilde, Juanito y Karen (mi hija misericordiosa). Quisieron también mis hermanos celebrar esta bienvenida y de paso mi cumple con una rica torta. Cantamos el "Cumpleaños Felíz" y de pasito nos fuimos ya despidiendo de algunos, pues no podrían estar al día siguiente en la super fiesta de cumple. Siempre bendigo a Dios por cada uno de ellos, pues ha sido Dios quien nos ha puesto a caminar unidos en Jarcia.
Los ñoquis verdes de los Piechestein
No podía dejar de contarles lo original de un almuerzo familiar. Como muchos saben mi abuelo paterno era italiano, de ahí que mi papá sepa preparar pasta. Uno de esos platillos son los llamados ñoquis (gnochi en italiano) que es una pasta cuya masa además de harina de trigo, lleva también papa. Pero resulta que ahora también incluyeron algo vegetal (creo que era albahaca) lo que resultó en unos ñoquis verdes. Nunca había visto un plato así, pues hasta fideos verdes comí, pero diciendo la verdad estaban muy ricos. Participaron en la preparación: Carlitos y Carolina, dos actores de telenovela, así que comimos de manos de los famosos.
Cuarta fiesta de cumpleaños: Mi familia y mis amigos
Sin duda esta ha sido una de las mejores fiestas de cumpleaños. Quizás sería la mejor si no hubiese tenido ese toque agridulce que le daba el hecho de ser también una despedida, pues la madrugada del viernes tendría que tomar el avión de regreso a Roma. Todo comenzaba a las dos, aunque yo llegué a las tres, pues nos quedamos con mi hermana arreglando las maletas. poco a poco fueron llegando los amigos, todos especiales y queridos. Había que dedicarles unos momentos a cada uno, así que resultó positivo que no llegasen todos al mismo tiempo. Y mientras unos llegaban y otros se iban de regreso a sus casas, las horas iban transcurriendo.
Un sólo cumple, pero con muchas tortas ...
No quisiera pensar que cada torta equivale a un año que se cumple, porque si fuese así tendría que decir que tengo muchos más de 35 años. Todas estaban deliciosas y si traje algo de sobrepeso en el avión, fue por culpa de las benditas tortas. Lo bueno es que alcanzó para todos, porque con una sola no nos iba a tocar ni una lamida para cada uno. Eso sí todas eran de chocolate, como Dios manda. Quién no gusta del chocolate simplemente no sabe de lo que se pierde.
Tantos abrazos almacenados
Uno de los objetivos de visitar Ecuador era llenar el tanque de gasolina de abrazos. Ya hace tiempo les compartía lo necesarios que son éstos para la vida y también les conté que por acá no es costumbre ni darlos ni recibirlos. La verdad es que aún no logro imponer la moda. Aunque ustedes no lo crean por acá el mayo enemigo del abrazo es el beso. Resulta que al darte los besos, genran esa distancia, que aunque sea sólo de uno pocos centímetros, impide el contacto para el abrazo. Así que será harto dura la tarea de conseguir algún cambio. La fiesta de cumple y despedida me sirvió para terminar de llenar mi almacen de abrazos. Lo traje lo bastante lleno como para soportar meses sin recibir ninguno, creo.
Los viejos amigos ...
Claro no tan viejos, pero si entrados casi todos en la tercera década de la vida. Aparecieron cuando se pensaba que la fiesa había terminado. Creo que fueron ellos una de las sorpresas de ese día. A algunos no los veía hace años y fue la oportunidad para conocer a una de mis más pequeñas sobrinas: Gabriela, hija de Marco y Sergita. Conversamos y reimos mucho, porque ya el baile había terminado, aunque todavía quedaba torta. Fue un momento memorable y entrañable. Creo que me ayudó a comprender que la amistad verdadera es para siempre.
Casi sin dormir y al aeropuerto
Con Carolina nos dedicamos las últimas horas a terminar las maletas, porque había que meter los regalos del cumpleaños y pesarlas, así evitábamos sorpresas con lo del sobrepeso. Mientras papá y mamá dormían, nosotros lo dejábamos todo en punto. Luego tuvimos algún momento como para cerrar los ojos y de ahi al aeropuerto. Allá, sin creerlo posible, nos esperaba un representante de San Esteban, nuestro querido Alex. Nada menos que a las cuatro de la madrugada. Fue una gratísima sorpresa y una prueba más del cariño de ustedes. Además de un regalo, traía una encomienda : un pedazo de torta de chocolate, cortesía de Carolina German. La verdad es que mis amigos nunca dejan de sorprenderme.
Creo que este ha sido uno de los informes más largos y emotivos que he escrito. Hay cosas y acontecimientos que me reservo (lo hago siempre, no crean que les cuento todo, todo) simplemente porque no se pueden expresar correctamente en palabras. Ya les contaré más adelante cómo estuvo el viaje y lo que me esperaba en Roma.
Hasta el Cielo.
P. César Piechestein
elcuradetodos ... ustedesUn sólo cumple, pero con muchas tortas ...
No quisiera pensar que cada torta equivale a un año que se cumple, porque si fuese así tendría que decir que tengo muchos más de 35 años. Todas estaban deliciosas y si traje algo de sobrepeso en el avión, fue por culpa de las benditas tortas. Lo bueno es que alcanzó para todos, porque con una sola no nos iba a tocar ni una lamida para cada uno. Eso sí todas eran de chocolate, como Dios manda. Quién no gusta del chocolate simplemente no sabe de lo que se pierde.
Tantos abrazos almacenados
Uno de los objetivos de visitar Ecuador era llenar el tanque de gasolina de abrazos. Ya hace tiempo les compartía lo necesarios que son éstos para la vida y también les conté que por acá no es costumbre ni darlos ni recibirlos. La verdad es que aún no logro imponer la moda. Aunque ustedes no lo crean por acá el mayo enemigo del abrazo es el beso. Resulta que al darte los besos, genran esa distancia, que aunque sea sólo de uno pocos centímetros, impide el contacto para el abrazo. Así que será harto dura la tarea de conseguir algún cambio. La fiesta de cumple y despedida me sirvió para terminar de llenar mi almacen de abrazos. Lo traje lo bastante lleno como para soportar meses sin recibir ninguno, creo.
Los viejos amigos ...
Claro no tan viejos, pero si entrados casi todos en la tercera década de la vida. Aparecieron cuando se pensaba que la fiesa había terminado. Creo que fueron ellos una de las sorpresas de ese día. A algunos no los veía hace años y fue la oportunidad para conocer a una de mis más pequeñas sobrinas: Gabriela, hija de Marco y Sergita. Conversamos y reimos mucho, porque ya el baile había terminado, aunque todavía quedaba torta. Fue un momento memorable y entrañable. Creo que me ayudó a comprender que la amistad verdadera es para siempre.
Casi sin dormir y al aeropuerto
Con Carolina nos dedicamos las últimas horas a terminar las maletas, porque había que meter los regalos del cumpleaños y pesarlas, así evitábamos sorpresas con lo del sobrepeso. Mientras papá y mamá dormían, nosotros lo dejábamos todo en punto. Luego tuvimos algún momento como para cerrar los ojos y de ahi al aeropuerto. Allá, sin creerlo posible, nos esperaba un representante de San Esteban, nuestro querido Alex. Nada menos que a las cuatro de la madrugada. Fue una gratísima sorpresa y una prueba más del cariño de ustedes. Además de un regalo, traía una encomienda : un pedazo de torta de chocolate, cortesía de Carolina German. La verdad es que mis amigos nunca dejan de sorprenderme.
Creo que este ha sido uno de los informes más largos y emotivos que he escrito. Hay cosas y acontecimientos que me reservo (lo hago siempre, no crean que les cuento todo, todo) simplemente porque no se pueden expresar correctamente en palabras. Ya les contaré más adelante cómo estuvo el viaje y lo que me esperaba en Roma.
Hasta el Cielo.
P. César Piechestein
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