Creo que puedo decir "Prueba superada !!!". Despuès de todos los corre corre y de haber tenido el corazèon en la mano creo que pude cumplir mi primera misiòn en calidad de comunicador o màs bien de relacionista pùblico, en este caso. Les cuento algunos de los malabares de la que he bautizado "Misiòn Cardenal".
El almuerzo del clero con su Cardenal
En la cena con el grupo de avanzada |
Se nos ocurrió que era muy importante que nuestro nuevo Cardenal tuviera una encuentro con el clero ecuatoriano que estudia en Roma. No podía ser sino con comidita de por medio, así que nos convocamos a un almuerzo. Estuvimos algunos, lástima que no todos, pero nos la pasamos bastante bien. Su Eminencia tiene muy buen humor y está lleno de anécdotas, así que nos lo pasamos muy bien. Dejo constancia de que la comida estuvo muy sabrosa ... creo que me podría acostumbrar a ese tipo de trato. Luego nos sacamos algunas fotos, ya saben para el recuerdo. Creo que lo mejor de todo fue el poder conocer más de cerca a nuestro querido Cardenal Vela.
Las invitaciones a carreras
Aunque quisimos hacer las cosas con tiempo, el tiempo nos ganó la carrera. Ya saben que las horas se escapan como agua entre los dedos (ya me pude poético). El asunto es que había que hacer la lista de invitados y aunque paresca simple, fue la tarea que más tiempo nos consumió. No se podía olvidar a ninguna autoridad, ni civil ni eclesiástica y además había que tener en cuenta a los familiares de Su Eminencia. La cosa estuvo bastante peliaguda, pero al fin salió una pequeña lista de 97 personas. El segundo paso era la impresión de las invitaciones. Por suerte en la embajada nos dieron la mano y las pudimos tener listas en poco tiempo. Además había que buscar las direcciones de los invitados (sobre todo de las autoridades eclesiásticas residentes en Roma) y así, de chiste en chiste, la semana se nos escapaba.
En la cocina con el chef |
Y ahora donde ???
Cuando fui al restaurant a reservarlo para la cena, casi que no nos querían aceptar. El problema es que era mucha gente. Con todo entre conversa y conversa logramos convencer al administrador. Después había que hablar de precios y hacer el correspondiente regateo. También salimos con suerte porque nos hizo la rebaja y hasta reservamos la torta con felicitación y todo.
Y si hacemos arroz con pollo ???
En cuánto al menú las cosas tampoco se facilitaron. Para mí hubiese bastado un arroz con pollo. No digo uno cualquiera sino "arreglado" con unas nueces y pasas y sobre todo bastante pollo. Así quién no lo disfruta y de paso todos se llenaban. Sin embargo la idea no parecía buena al tratarse de una cena tan importante y de la dignidad de los invitados y sobre todo del homenajeado. Así que aceptamos las sugerencias del administrador.
Una cena de altura !!!
Los obispos |
Resulta que nuestro restaurant queda en la terraza de un hotel, así que la cena era de altura. Me tocó llegar a las seis, aunque la cena iniciaba a las ocho y todavía más, acompañado de un grupo selectísimo de obispos del Ecuador. Monseñor Antonio Arregui, Monseñor Víctor Corral, Monseñor Julio Terán, Monseñor Danilo Echeverría y Monseñor Fausto Travez. Así que nos pasamos las dos horas conversando y comiendo aceitunas con queso. A petición del administrador nuestros episcopales invitados visitaron la cocina, pues el chef quería conocerles y recibir la bendición. Pareció una buena idea, sobre todo para animarlo a cumplir con éxito la tarea de cocinar para tantos. Luego fueron llegando los invitados. El número total fue de 82 (y alguno que se coló). Al final todo estuvo sabroso, los discursos cortos y sustanciosos y cerramos con el detalle de la torta que estoy seguro emocionó a nuestro Cardenal.
Dando la comunión en el Consistorio
El domingo en San Pedro, Su Santidad celebró la Misa en la que impuso el anillo cardenalicio a los 24 nuevos cardenales. Entre ellos estaba nuestro querido representante. Yo tuve la suerte de que me dieran un pase para dar la comunión y por eso estuve cerquita del altar. Pude desde ahí seguir toda la ceremonia y luego ayudar a distribuir a Jesús Sacramentado a los presentes. Fue muy hermoso poder vivir este momento que seguro no tendré la oportunidad de vivirlo otra vez.
Con el Cardenal Vela |
Bueno creo que es tiempo de despedirme. Espero que hayan disfrutado la aventura de acompañar a un Cardenal. Aprovecho para recordarles que debemos orar por nuestros obispos y ahora especialmente por nuestro Cardenal Vela. Los abrazo con calor de corazón, aunque haga frío de invierno.
Hasta el Cielo.
P. César Piechestein
elcuradetodos ... ustedes
No hay comentarios:
Publicar un comentario