El amor humano es un hermoso don de Dios y debemos saberlo apreciar en su justa medida. Yo me lo represento siempre en las flores, pues las utilizamos muy frecuentemente para expresarlo. Regalamos flores a nuestra madre, las regalan los enamorados y las llevamos también a nuestros seres queridos que han muerto.
En cambio, cuando hablamos de Dios, lo reflejamos en el Cielo. Cuando rogamos al Señor, tendemos naturalmente a mirar hacia el Cielo y si le preguntas a un niño donde vive Dios, seguro te dirá que arriba en el Cielo.
El Cielo representa el amor divino, mientras las flores el humano. Las diferencias son clarísimas.
- Las flores, aunque son muy bellas, se marchitan. Así es el amor humano, es hermoso, pero finito. No podemos pensar que el amor humano durará para siempre. En cambio el amor de Dios es infinito, eterno, inmutable, como el Cielo.
- Así como las flores, el amor humano es tangible, llega a nosotros a través de los sentidos, así como el perfume, el color, la suavidad y la belleza de las flores. En cambio el amor divino es espiritual, no se puede percibir con los sentidos, sino con el alma. Es como el Cielo, que aunque lo podemos ver, no lo podemos tocar. Por eso es que tenemos necesidad de la gracia de Dios para poder llegar a él.
Dios por eso, sabiendo que para nosotros es más facil percibir el amor humano que el divino, se encarnó, se hizo hombre. Pero no le bastó con eso, sino que se hizo Hostia, para poder manifestarnos su amor de una manera más palpable, para que lo podamos ver, adorar y comer.
Y si te pones a pensar, no es tan dificil decidir cuál de los dos amores hay que preferir.
Hasta el Cielo.
P. César Piechestein
elcuradetodos ... ustedes
En cambio, cuando hablamos de Dios, lo reflejamos en el Cielo. Cuando rogamos al Señor, tendemos naturalmente a mirar hacia el Cielo y si le preguntas a un niño donde vive Dios, seguro te dirá que arriba en el Cielo.
El Cielo representa el amor divino, mientras las flores el humano. Las diferencias son clarísimas.
- Las flores, aunque son muy bellas, se marchitan. Así es el amor humano, es hermoso, pero finito. No podemos pensar que el amor humano durará para siempre. En cambio el amor de Dios es infinito, eterno, inmutable, como el Cielo.
- Así como las flores, el amor humano es tangible, llega a nosotros a través de los sentidos, así como el perfume, el color, la suavidad y la belleza de las flores. En cambio el amor divino es espiritual, no se puede percibir con los sentidos, sino con el alma. Es como el Cielo, que aunque lo podemos ver, no lo podemos tocar. Por eso es que tenemos necesidad de la gracia de Dios para poder llegar a él.
Dios por eso, sabiendo que para nosotros es más facil percibir el amor humano que el divino, se encarnó, se hizo hombre. Pero no le bastó con eso, sino que se hizo Hostia, para poder manifestarnos su amor de una manera más palpable, para que lo podamos ver, adorar y comer.
Y si te pones a pensar, no es tan dificil decidir cuál de los dos amores hay que preferir.
Hasta el Cielo.
P. César Piechestein
elcuradetodos ... ustedes
Muy explícita su analogía entre el amor humano y el de Dios, que Dios siga inspirándolo en cada una de sus reflexiones, bendiciones.....
ResponderEliminarHermosa comparación, hijo, utilazaré tu concepto este domingo. Reza para que me exprese correctamente. Que el espíritu Santo me ayude. Un abrazo grandísimo.Tú papá
ResponderEliminarPues asi me lo hizo ver ud. hace 10 anos, cuando cumplia mis bodas de plata matrimoniales, El Senor lo tomo de instrumento para que me alentara no solo con palabras sabias sino que me abria las puertas hacia esa recordada y amada fraternidad JARCIA,donde estuve por espacio de siete anos,aproximadamente. Estas reuniones sostuvieron mi matrimonio, y aun estando fuera de la frate,me quedaron sus ensenanzas .Porque no hay amor mas grande que el de DIOS y felicidad tan anhelada al sentirlo con nosotros, se nos hace mas ligera la carga.
ResponderEliminarQue hermosa reflexion padre, que Dios lo colme de bendiciones a usted y su famila. Amén
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