Meditar la Palabra de Dios nos tiene que ayudar a ser capaces de ver la vida con los ojos de la fe, capaces de leer en los aconteciemientos de la vida de Jesús, el mensaje que nos da para la nuestra. Entrar en el tiempo Pascual sólo será posible para quién haya vivido el tiempo de Cuaresma.
Las mujeres y los apóstoles se sorprenden al saber que el cuerpo de Jesús ya no estaba en el sepulcro. Este acontecimiento hace dar un vuelco a sus vidas. Cuando parecía que todo había terminado, era cuando apenas comenzaba: una nueva vida.
Nuestra Madre la Iglesia ha querido ayudarnos a comprender, durante el tiempo cuaresmal, la fealdad del pecado, la necesidad de ser perdonados y el misericordia infinita de Dios. Sólo así podemos comprender el real sentido de la Cruz, del sacrificio. Cuando el Viernes Santo hemos recordado la muerte del Maestro, ha sido como llegar al cúlmen del proceso cuaresmal, para poder después, entrar dentro de la Pascua.
Sabemos que el sacrificio de Cristo en la Cruz es un sacrificio redentor, precísamente porque no es sólo un hombre el que cuelga del madero, sino Dios. Y la prueba de su divinidad nos la da resucitando. Por eso afirma San pablo que "si Jesús no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe". Debemos alegrarnos por la Pascua, pero esa alegría debe llevarnos a un compromiso concreto, sino no es cristiana. Y el primer paso será escuchar el mensaje que nos transmite la Iglesia.
Amigos, comencemos este tiempo renovando nuestra vida, entrando cada vez más profundamente en la verdades de nuestra religión. Que sea esta Pascua un tiempo para, con toda la alegría de la resurrección de Cristo, resucitar también junto con la Iglesia. Seguro que para hacer realidad esta vida nueva necesitarás de los hermanos en la fe. Búscalos y procura caminar hacia Cristo construyendo el Reino de Dios hoy.
Hasta el Cielo.
P. César Piechestein
elcuradetodos ... ustedes
Las mujeres y los apóstoles se sorprenden al saber que el cuerpo de Jesús ya no estaba en el sepulcro. Este acontecimiento hace dar un vuelco a sus vidas. Cuando parecía que todo había terminado, era cuando apenas comenzaba: una nueva vida.
Nuestra Madre la Iglesia ha querido ayudarnos a comprender, durante el tiempo cuaresmal, la fealdad del pecado, la necesidad de ser perdonados y el misericordia infinita de Dios. Sólo así podemos comprender el real sentido de la Cruz, del sacrificio. Cuando el Viernes Santo hemos recordado la muerte del Maestro, ha sido como llegar al cúlmen del proceso cuaresmal, para poder después, entrar dentro de la Pascua.
Sabemos que el sacrificio de Cristo en la Cruz es un sacrificio redentor, precísamente porque no es sólo un hombre el que cuelga del madero, sino Dios. Y la prueba de su divinidad nos la da resucitando. Por eso afirma San pablo que "si Jesús no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe". Debemos alegrarnos por la Pascua, pero esa alegría debe llevarnos a un compromiso concreto, sino no es cristiana. Y el primer paso será escuchar el mensaje que nos transmite la Iglesia.
Amigos, comencemos este tiempo renovando nuestra vida, entrando cada vez más profundamente en la verdades de nuestra religión. Que sea esta Pascua un tiempo para, con toda la alegría de la resurrección de Cristo, resucitar también junto con la Iglesia. Seguro que para hacer realidad esta vida nueva necesitarás de los hermanos en la fe. Búscalos y procura caminar hacia Cristo construyendo el Reino de Dios hoy.
Hasta el Cielo.
P. César Piechestein
elcuradetodos ... ustedes
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