Queridos hermanos:
Al iniciar la cuaresma el Evangelio nos propone un pasaje importantísimo: las tentaciones de Jesús en el desierto. El Señor vence cada una de las tentaciones respondiendo con versículos del Antiguo Testamento. Y aunque las tres respuestas son importantes, creo que la tercera encierra toda la reflexión de hoy: “Adorarás al Señor tu Dios y a Él solo servirás”. Es justamente ésta respuesta la que aleja al demonio, que se da por vencido.

La sociedad moderna se ha olvidado de Dios y en su puesto ha colocado al hombre. Se cree que el ser humano es capaz de todo y lo que aún no logra, lo logrará muy pronto. Se camina con la convicción de ser autosuficientes, se prescinde de Dios. Esta es la soberbia humana tan nueva y tan antigua.
Este primer domingo de cuaresma Dios nos invita a tomar una decisión, a escoger ha quien queremos dar culto. Adorar a Dios o adorarnos a nosotros mismos.
Quien escoge el culto a sí mismo, aún siendo cristiano, vivirá una fe “light”, una religión superficial. No estará dispuesto a hacer la voluntad de Dios sino la suya. Su religión no será nunca una relación filial con Dios, sino una simple presentación de la lista de peticiones, exigencias y hasta caprichos, que Dios tiene que proveer, como si fuese un “empleado”. Incluso puede asistir a Misa y recibir los sacramentos, pero su dios será siempre el hombre.
Quien escoge adorar a Dios, escoge el camino correcto, que ciertamente no siempre es el más fácil. Procurará hacer siempre la voluntad de Dios, aunque a veces no lo logre. La regla de su vida será el amor a Dios sobre todo y al prójimo como a sí mismo. Su religión será auténtica y por tanto producirá mucho fruto.
Hoy es necesario que hagamos nuestra elección, pues de ella depende el éxito de nuestra cuaresma. Basta de ser católicos a medias. Este tiempo litúrgico viene lleno de gracias y de oportunidades para cambiar de camino si todavía estamos en el incorrecto o de renovar nuestra elección si estamos en el camino recto. Dios merece el primer lugar en nuestro corazón.
Hasta el Cielo.
P. César Piechestein
elcuradetodos ... ustedes
No hay comentarios:
Publicar un comentario