Hace unos días me puse a conversar con una amiga sobre el perdón. Me dijo algo que me ha quedado grabado en la mente, una imagen bastante gráfica. Decía que para ella perdonar es algo muy importante pero al mismo tiempo muy difícil, porque la persona que te ha hecho daño se convierte en una "cosa rota". Puedes pegar sus partes y volverlas a unir, pero será siempre una cosa rota, no volverá nunca a ser como era antes de romperse.
Una "cosa rota" ... es eso en lo que me convierto cuando lastimo, cuando hago sufrir, cuando ofendo. Es duro pensar que para esa persona a la que hemos tratado mal, muchas veces sin querer, otras cegados por la ira o la pasión del momento, nunca más volveremos a ser los mismos. Es probable que tengamos una nueva oportunidad y en los mejores casos hasta más de una, pero aún pegando todas las partes, jamás volveremos a ser como antes.
La verdad es que me he quedado meditándolo mucho y se me han pasado muchas ideas por la cabeza. Y justo hoy recordé una canción que me animó. Se llama "Vaso Nuevo". Y es que Jesús hace nuevas todas las cosas, sólo Él con su perdón y misericordia puede volvernos a hacer. No nos deja hecho pedazos, ni tampoco los une con un poco de pegamento. Con su gracia nos hace nuevos, como eramos al principio.
Ese es el milagro del perdón cristiano. Puede ser que para esa persona en particular no volvamos nunca a ser como antes y aún así debemos esforzarnos para volver a merecer su confianza. Pero nuestra esperanza está en alguien mucho más grande, en quien nos ha salvado y nos enseña a perdonar. Cuando todos hayamos aprendido de Él seguro no habrán más "cosas rotas", pues todos seremos "vasos nuevos".
Hasta el Cielo.
P. César Piechestein
elcuradetodos ... ustedes
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