"Ven Senior Jesus" era la aclamaciòn de la primitiva comunidad cristiana, y hoy, dos mil anios màs tarde, le seguimos haciendo la misma invitaciòn. Es lògico entònces que la Iglesia nos llame a una autèntica preparaciòn, y que nos tomemos cuatro semanas para que Jesus nos encuentre bien dispuestos.
Podriamos hacer una muy simple comparaciòn. Cuando alguien importante para nosotros ha aceptado la invitaciòn que le hicimos de venir a nuestra casa, si realmente le queremos bien, procuramos tenerlo todo a punto. Y en hospitalidad a los ecuatorianos nadie nos gana. La cosa seria màs o menos esta:
- Limpiar la casa : Lògico es, no vamos a recibir al invitado con una casa sucia y desordenada. Eso implicarà comenzar con un examen de conciencia bien hecho y una confesiòn con autèntico dolor de los pecados. Claro ustedes me diràn que para esto no hacen falta cuatro semanas, pero eso serìa si nos olvidamos del propòsito de enmienda. Porque el adviento es tiempo de conversiòn.
- Preparar la comida : Creo que a ninguno se nos ocurre, invitar a alguien y no tener luego algo para ofrecerle. Y es aqui donde el amor se hace presente. Quien bien te quiere, te prepara algo suculento. Si el carinio no es muy hondo, con unas papitas y un juguito, basta. Estoy seguro que ustedes y yo pensamos darle al Senior un banquete, y eso seràn las buenas obras, los frutos del amor, que Dios espera.Adviento es tiempo de fortalecer voluntades e iluminar entendimientos, para descubrir por dònde espera Dios que vayamos y què quiere que hagamos, por El y por los demàs.Asì podremos presentarle la ofrenda que El se merece.
- Arreglarse y vestirse bien : Claro, no vamos a recibir a la visita, sudados y cacharposos. Pero aqui la cosa da un giro, porque por mucho que hagamos nosotros, las gracias que adornan nuestro espiritu, sòlo El nos las puede dar. Por eso el tiempo de Adviento, es tiempo de orar con intensidad, rogando al Senior que nos conceda las gracias que necesitamos para ser mejores cristianos. Si las pedimos con fe y constancia, seguramente las recibiremos en abundancia.
- Ahora si, a esperar: Porque sabemos que vendrà, pero no sabemos cuando. Lo importante es tenerlo todo listo y asì le estaremos demostrando cada dìa nuestro amor, y el compromiso que de ese amor surge.
Estoy seguro que, con la gracia de Dios y nuestra oraciòn comunitaria, alcanzaremos a vivir provechosamente este tiempo liturgico privilegiado. Los abrazo en Cristo.
Hasta el Cielo.
P. Cèsar Piechestein
elcuradetodos... ustedes
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