"Que no haya nada en tí que no sea lo que de tí se espera" (San Juan María Vianney)

lunes, 4 de octubre de 2010

La fiesta de Santa Justa - Cincuentésimo Sexto Informe Cesarial

Mis fraternos ALA :

Cumpliendo con el propósito les cuento lo que todavía guardo en mi disco duro cerebral, que siempre se olvida detalles sino los escribe pronto. El informe de la semana pasada tiene como tema central la parroquia en la montaña, porque en realidad los demás días no tuvieron casi nada de especial. Eso sí y lo digo sin quejarme, han sido días como para ver televisión, comer helados y charlar con María y Lucía. Digamos que me sirvieron para decansar, orar más y sobre todo para avanzar en la escritura de los Estatutos de los Misioneros Eucarísticos. Por lo demás, del lunes al viernes, no hubo nada extraordinario.

Bienvenido Otoño
Se deja ya sentir la llegada de la nueva estación. Ya algunos árboles han perdido su verdor veraniego y se van poniendo amarillos. No se puede dormir con la ventana abierta y sin cobijarse, aunque sea un poco. A la mañana para ir a celebrar la Misa ya me toca ponerme saco, sino el frío me tiene a las carreras. Además hay bastantito viento. Lo más imortante es que ya empiezan a vender más chocolate. No sé a quién se le ocurrió que en tiempo cálido, no se come chocolate. Lo único bueno de esa mala costumbre es que cuando empieza la primavera los ponen en oferta y ahí es que yo aprovecho para comprar reservas. Quien no aprecia el chocolate, no me sabrá comprender. En todo caso el otoño ya se deja sentir, seguro que pronto llegarán los estorninos con su ruidosa presencia y sus danzas el el cielo.

Los italianos y la restauración
La verdad es que Roma es una ciudad muy vieja, antigua dicen. Los arquitectos han hecho, desde siempre, una gran obra. Pero creo que quienes se llevan la medalla al mérito son los restauradores. El arquitecto trabajó una vez, construyó su proyecto y se fue. Pero para que éstos monumentos y edificios duren y se conserven en buen estado, han sido los restauradores los que han sudado la gota gorda. Los italiano y creo en especial los romanos, son especialistas en recuperar monumentos y edificaciones que parecerían irrecuperables. Es de admirar la paciencia y la laboriosidad que tienen que invertir para lograr sacar de las ruinas, un lugar habitable o una obra de arte. Una cosa es que se los cuente y otra que lo vean ustedes mismos. Y para palparlo habría que vivir en Roma, porque para restaurar un edificio, por ejemplo, se toman meses, y hasta años. Seguro que sería más rápido derrumbarlo y hacer uno nuevo, pero ya no tendría el mismo valor.

Restaurar Canneto
Si bien es cierto que el santuario de Canneto fue construido allá por el siglo séptimo, la edificación actual es moderna. Todo menos la fachada, que se conserva como en la antiguedad. Y nuestro querido párroco decidió que era hora de darle unos retoques. Así que ahora estamos impedidos de ingresar por la puerta principal, pues los andamios la obstaculizan. Seguro que terminarán a principios de octubre, pues sólo había que cogerle las fallas y entónces le haré unas fotos para que vean como quedó.

El valle aún en verano
Uno de los panoramas más bonitos de por acá es el del valle de Canneto. Ahora todavía en pleno verdor, pero es un espectáculo ver cómo, con la llegada del frío otoñal, las hojas van cambiando de color. Incluso el pequeño lago que tiene al centro y que ahora está seco, se llena de agua y vida con las lluvias de esta estación. Les dejo la foto actual y les iré mostrando cómo cambia este valle con el pasar de las estaciones.

Regresó Santa Justa
Todos los sábados celebro la Misa en Santa Justa, comunidad de La Antica, parroquia de Picinisco. El párroco dice que ya prácticamente soy allí el capellán. Resulta que a la imagen de la patrona la llevaron hace como un año a restaurar. La antigua imagen estaba en peligro debido a la humedad producida por una grieta. Por acá no es que si se rompe algo en una iglesia se puede contratar a cualquiera, puesto que todo es patrimonio cultural. Así que mientras se movía la burocracia (lenta como en Ecuador) la humedad hacía presa de Santa Justa. Para cuando llegaron los restauradores a arreglar lo de la grieta, la pobre imagen estaba humeda y en peligro de arruinarse. Ventajosamente lograron salvarla y restaurarla. El sábado pasado fue el día escogido para ponerla de nuevo en su nicho. Lógicamente el evento tendría que acompañarse de una fiesta.

Somos pocos pero comemos mucho ...
Al terminar la Misa y con la ayuda de cinco de los varones presentes, se pudo de nuevo en su puesto a la patrona, mientras todos cantaban a un himno para ensalzarla. Y luego, como era de esperarse, de la Misa a la mesa. Nos acomodamos donde pudimos, fuera de l templo por supuesto, y mientras se avivava la charla, algunas preparaban la pasta. Primera vez que comí pasta con fréjol. Una mezcla un poco extraña, pero según me explicaron, tradicional de esta zona. Y cuando ya me había despachado el segundo plato, repartiron unos tremendos sánduches de mortadela. Ahí les pongo la foto de una feligresita que demuestra cómo el pan era tan grande como su cara y aún así se lo despachó todo.

Sin Sagrario no se puede !!!
Con respecto a esta capilla sólo tengo una cosa que lamentar. Por la misma razón que se llevaron a Santa Justa, también hubo que llevarse a Jesús Sacramentado. La humedad que también llegó al Sagrario, impide su presencia. El problema es que aún no llega la autorización para restaurar el tabernáculo, así que tenemos a Santa Justa, pero no a Jesús Eucaristía. Tengo una idea, simple per que nos podría solucionar el problema mientras llega la autorización. El tema es que hay que ver si lo autoriza el párroco. Me encomiendo a sus oraciones para que se logre la solución, porque una comunidad sin Jesús Sacramentado no avanza nada en su vida de piedad.

Se ordena Andrés
Nuestro queridísimo Andrés Ulloa será ordenado diácono el 20 de noviembre, junto a seis compañeros. Es motivo de grande alegría porque aumentará así el número de los servidores del altar y porque siempre es maravilloso ver como un amigo se convierte también en compañero dentro de este ministerio excelso. Bien por tí y por todos los que con valentía deciden decir sí a la llamada del Señor.

Me despido con todo el afecto y el compromiso de seguir rezando por ustedes. Espero que ustedes lo hagan por mi también. Dios los llene de bendiciones y gracias.
Hasta el Cielo.

P. César Piechestein
elcuradetodos ... ustedes

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