"Que no haya nada en tí que no sea lo que de tí se espera" (San Juan María Vianney)

miércoles, 21 de diciembre de 2011

De la tierra al Cielo LXII - Abrazo de letras

Hasta ahora hemos hablado de los tipos de abrazos “en vivo y en directo”, pero hoy quisiera hablar de un tipo de abrazo que se puede dar a la distancia. Lo llamaremos “abrazo de letras”. 

No cabe duda de que una de las formas más delicadas de comunicar emociones y sentimientos son las palabras. Éstas sirven como conductor, como expresión no física del afecto. Y son capaces de dejar huellas imborrables, tanto positivas como negativas. Las palabras pueden abrir heridas y también cerrarlas, construir y destruir vínculos.

Cuando esas palabras no se pueden decir a viva voz porque existe alguna razón que lo impida, se ponen por escrito. Durante siglos las cartas han sido instrumento para entrelazar destinos y cultivar relaciones aún a grandes distancias. Y además las palabras escritas tienen una gran ventaja sobre las dichas a viva voz y es que las primeras se pueden releer las veces que uno quiera y conservarlas para toda la vida. Es conmovedor el revivir una emoción antigua al volver a leer una carta recibida mucho tiempo atrás.

Hoy en día los nuevos medios de comunicación nos permiten llegar con nuestras letras a todas partes del mundo y en de forma inmediata. La era digital a través de internet nos ofrece un campo vastísimo de instrumentos para comunicarnos, haciendo posible que “abracemos” a tantos.

Si queremos ser fieles a nuestro compromiso de abrazar siempre y no desperdiciar ninguna oportunidad de hacerlo, hemos de aprovechar también ésta. Abrazar con las letras es traducir lo que nos une a nuestros seres queridos en palabras y ponerlas por escrito. Basta que sea auténtico, que sea tuyo, para que quien lo recibe lo sepa valorar.

Abracemos sin cansarnos, que sea ésta nuestra revolución. Sabemos que Dios es Amor y que siendo nosotros sus hijos hemos de transmitir ese amor con hechos y palabras. No digo que el abrazo sea la panacea, pero estoy convencido que es uno de los mejores puentes entre los hombres, un puente por el que podemos hacer llegar la Palabra de Dios. Y que mejor prueba de amor que ayudar a todos a acercarse a Jesús.
Hasta el Cielo.

P. César Piechestein
elcuradetodos ... ustedes

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