Durante 2000 años los cristianos de todo el mundo hemos repetido la oración “Ven Señor Jesús” para manifestar el deseo que tenemos de que el Salvador vuelva en gloria. Sabemos que ese día comenzará una nueva era, se instaurará el Reino de Dios y se harán nuevas todas las cosas. No habrá más muerte, ni dolor, ni sufrimiento, ni pecado. Luego de resucitar, viviremos eternamente felices, junto a Dios y a nuestros seres amados. Sabemos que vendrá pero no sabemos cuando.
Para muchos esto se ha convertido en un factor de preocupación y de predicciones. Creo que todos tenemos frescas en la memoria imágenes de lo ocurrido por la llegada del año 2000. Pero han pasado casi doce años desde entonces y aún seguimos esperando y repitiendo “Ven Señor Jesús”. Será que no hay nada más que hacer?
Pues yo creo que si Jesús no viene, habrá que ir a su encuentro. Y es que la espera cristiana no puede ser pasiva. Estar con Cristo se puede ya en esta era y lo podemos hacer de dos maneras básicamente.
Quien quiera ir a Cristo basta que busque el Sagrario más cercano. Sabemos que ahí está Cristo presente y tantas veces abandonado. En su primera venida decidió que se quedaría hecho Pan Eucarístico para alimentarnos y acompañarnos. Mientras esperamos que regrese en gloria, hemos de ir a El en sus Sagrarios.
La consecuencia lógica de este ir a Cristo Eucaristía es que vayamos a El en los hermanos. Siendo todos parte del Cuerpo Místico de Cristo, lo podemos encontrar en todas las personas y en nosotros mismos. No siempre es fácil ver a Jesús en el prójimo, pero no podemos dudar de que está ahí presente.
Antes de pensar en Navidad, debemos pensar en cuán cerca estamos de Jesús. Mientras esperamos que El venga a renovar la faz de la tierra, nosotros vamos a El. No hay nada más reconfortante que saber que, aunque estamos esperando algo que nuestros antepasados también esperaban y aún no llega, basta con tomar la iniciativa para vivir la experiencia por adelantado, aunque sea sólo en parte. Porque vendrá, pero ya está entre nosotros.
Hasta el Cielo.
P. César Piechestein
elcuradetodos ... ustedes
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