"Que no haya nada en tí que no sea lo que de tí se espera" (San Juan María Vianney)

jueves, 14 de enero de 2010

El Movimiento del Corazón - Beato Manuel González



La liturgia de la Misa está condensada en un doble movimiento del corazón del celebrante y de la Iglesia en la gran función del amor que es el sacrificio; a saber, es una especie de diástole que lo dilata para la alabanza, la acción de gracias y la impetración, y de sìstole que lo oprime para la contrición y la expiación; en un alterno cantar gloria de Dios y llorar pecados humanos; y en un pasar constante del Calvario al Tabor y del Tabor al Calvario, de la Cruz, en que los pecados propios y ajenos ponen en trance de muerte permanente a Jesús, al trono del monte de Sión, en donde el Cordero, como muerto, recibe y da a su Padre la gloria, el honor, la acción de gracias, la bendición y la virtud por los siglos de los siglos.

2 comentarios:

  1. q interesante observacion... no me habia fijado desde ese punto de vista, pero esta muy bonita la explicacion, muy semejante a los movimientos del corazón.
    nuestros corazones actúan así en cada Santa Misa a la q asistimos, y además me recuerda q la Santa Misa es el corazón de la vida cristiana...

    q bonita observación. saludos muy afectuosos.
    Quede con Dios,
    Miguelito

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  2. Me viene perfecto para las catequesis que doy de los latidos del corazón de Jesús durante la Pasión. En cada paso tengo un Santo, y tenía a San Manuel González al final de la Pasión pero no sabía que tenía el latido ya hecho.

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